El Sistema Nacional Penitenciario del Estado Hondureño, parece estar en permanente alerta roja, antes las contantes reyertas que se reportan desde los centros considerados como máxima seguridad, establecimientos que nunca han cumplido con los mecanismos internacionales, arguyen los defensores de Derechos Humanos.
Es necesario que se garantice la vida de quienes han sido privados de su libertad, ha dado a conocer la comisionada presidenta del CONAPREV, Glenda Ayala, por lo que recomienda una clasificación y reubicación en los recintos carcelarios del país.
En relación al último hecho ocurrido el pasado fin de semana, las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario, han dado a conocer que continúan las investigaciones de la reyerta que dejo como resultado seis reos heridos.
El presidente Hernández indicó en su momento que “a los criminales se les terminó la fiesta”, luego de que se cerrara el Centro Penal de San Pedro Sula y sus privados de libertad fueran enviados a El Pozo, la primera cárcel de máxima seguridad en el país, construida en Ilama, palabras que hoy defensores de derechos humanos y analistas en seguridad continúan colocando en duda.
