El Padre Rodolfo Varela ofició la Misa hoy en la Basílica, en su homilía nos advirtió lo que nos dice Eclesiastés “todo es vanidad, todas las cosas absolutamente todas son vanidad, pasa una generación pasa otra por la tierra y permanece siempre igual”.
El sacerdote al referirse a la lectura del Eclesiastés dijo “el sol sale y se pone, corre y llega a su lugar, todo parece que es cíclico en la historia, y así nos lo relata el autor de Eclesiastés vanidad de vanidades, no hay nada nuevo bajo el sol, todo se repite, como una enseñanza oriental que dice, tiempos difíciles crean hombres fuertes, hombres fuertes crean tiempos fáciles, tiempos fáciles crean hombres débiles, hombres débiles crean tiempos difíciles”.
Y se repite el ciclo, sostuvo “tiempos difíciles crean hombres débiles, como podemos romper con el ciclo de la historia muchos sociólogos, e historiadores hablan de esto que la historia es cíclica, volvemos al mismo punto, llega a la sociedad un pique y de allí va para abajo, vuelve al pique y de allí va para abajo”.
Para romper con la historia cíclica, aseguró “nosotros tenemos que tener memoria histórica, si nosotros no tenemos memoria histórica vamos a cometer los mismos errores, y por desgracia cuando no tenemos memoria histórica, cometemos los mismos errores históricos pero rara vez cometemos los mismos triunfos, obtenemos las mismas victorias”.
La memoria histórica continuo, sirve para no cometer los mismos errores y para lograr repetir historias, pero la mejor forma de tener memoria histórica, es no solo tener memoria conceptual, si no una memoria encarnada a ejemplo de la Virgen Nuestra Señora de la Merced que estamos celebrando hoy.
“La Virgen guardaba todas las enseñanzas de Dios y la de su Hijo en su corazón y allí las meditaba constantemente, eso es tener una memoria encarnada, eso es tener el corazón como baúl de los tesoros de Dios, y por eso para el pueblo de Israel es importantísima la historia, para el pueblo de Israel la historia es el punto de encuentro con Dios”.
Porque yo en el presente no me doy cuenta que Dios está conmigo, recalcó, es hasta que ha pasado ciertos acontecimientos que “yo me doy cuenta que Dios me acompaño en esos acontecimientos, pero en la crisis en la dificultad, yo le ruego a Dios que me acompañe, pero no estoy consciente de su presencia, hasta que ha pasado la tormenta hasta que ha llegado la calma me doy cuenta que Dios allí estuvo conmigo”.
Después que la Virgen María acepta la misión de Dios el llamado de Dios y después de visitar a su prima Isabel, hace aquel cántico del Magnificat y dice desde ahora me felicitaran todas las generaciones, marca un precedente la Virgen por tener esa memoria histórica encarnada.
El Padre Rodolfo señaló que si nosotros queremos romper con esa memoria histórica, del sufrimiento, miseria, corrupción, violencia, odio y de la división tenemos que tener una memoria histórica encarnada donde nos encontremos con Dios, para que no sea todo vanidad de vanidades, sino que podamos sacar provecho de cada acontecimiento concluyó.