Servir y proteger a los abuelos es una prioridad para la Iglesia

Respeto, valor y cuidados, son solo algunos de los detalles a tener con los abuelos que son fuente de sabiduría y consejo

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El Papa Francisco, desde el inicio de su pontificado, ha definido a los adultos mayores como la gran riqueza de la sociedad. El impulso que el Santo Padre ha impregnado en la Iglesia en favor de los abuelos, se ha visto en acciones concretas en la Arquidiócesis de Tegucigalpa, donde las tareas parroquiales, van encaminadas a acompañar a las personas con ‘’hilos de plata’’.

Atención

La Iglesia Católica siempre ha abogado por proteger y dignificar a los adultos mayores resaltando su valor para la sociedad. Desde el comedor de la Parroquia Santa Teresa de Jesús, se atienden diariamente a más de cien abuelos ofreciéndoles el almuerzo. “Les acompañamos en talleres y temáticas de fortalecimiento humano y espiritual”, expresa Fray Melvin Beltrán, pastor de esta comunidad, quien además comenta que “los días jueves, como párroco, me reúno con ellos en el templo grande en torno al Santísimo, cantamos y les comparto una reflexión donde recordamos que ellos son muy importantes en la vida de la familia, ya que tienen la misión de iluminar y orientar con la sabiduría que a través de los años han adquirido”.

La misión que se ha establecido desde hace muchos años en esta zona pastoral, va ligada a la dignidad humana y al crecimiento espiritual, “’personalmente, siempre he visto desde pequeño, en la presencia de un abuelito, seguridad, apoyo, confianza y esperanza. Lastimosamente, la sociedad en que vivimos tiene unos criterios elaborados desde el materialismo, el consumismo y un pragmatismo desencarnado” concluyó diciendo Fray Melvin.

Cercanía

“El Papa Francisco nos ha invitado a cuidar de los ancianos, él nos dice que son el tesoro, la sabiduría y justamente pensando en eso, en la parroquia Nuestra Señora de Suyapa, tenemos un proyecto de atención a los abuelitos”, destaca el Padre Cecilio Rivera, vicario parroquial de esta comunidad, quien también menciona que “los cuidados para con estas personas de la tercera edad, se da porque en sus hogares no cuentan con esa facilidad.

Cáritas Suyapa al cumplirse un año y medio de la pandemia, se resalta que se ha seguido apoyando a estas personas”, indicó el presbítero. Se les ha apoyado con medicinas, con pruebas rápidas contra el COVID-19, también se les ha suministrado una bolsa de alimentos a través de los programas que tiene Cáritas. Además de todo el aporte en especie que se da a los abuelos, también se guía desde la fe.

Experiencia

Quien también se encarga de la coordinación de Cáritas Suyapa, es Marizela Turcios, quien aporta que “Siempre se dice presente todos los días, en esta oportunidad con el objetivo puntual de proteger y valorar los legados históricos, de tradición, y de fe, que nos han trasmitido nuestros adultos mayores, nuestros abuelos”.

Todas las muestras en favor de nuestros abuelos, manifestaciones de ternura, de compañía, de alegría de amor y con ello invitar a la población a que acompañe, custodie, asista y proteja a este grupo de ciudadanos, que durante la pandemia han estado más solos que nunca, acuñó Turcios. Todos estos gestos de amor, solidaridad y caridad, Cáritas Suyapa los concreta a través de la entrega de víveres y productos de bioseguridad a los abuelos, celebrando la Eucaristía y teniendo momentos de esparcimiento que benefician para mantener la mente fresca. Además del comedor Padre Antonio Ribas y de Cáritas Suyapa, hay diferentes parroquias que se encargan de acercar a Jesús con obras de misericordia, acompañando a los adultos mayores de manera integral.

Enseñanzas

La Jornada Mundial de los Abuelos que se celebra por primera ocasión en la Iglesia y con la que el Obispo de Roma busca resaltar el significado de los adultos mayores para las nuevas generaciones, tiene un mensaje claro que está enraizado en la pandemia que se sufre y dirigiendo palabras para los ancianos, el Santo Padre acuña: “Eres necesario para construir, en fraternidad y amistad social, el mundo de mañana: el mundo en el que viviremos nosotros, y nuestros hijos y nietos cuando la tormenta se haya calmado”, esto lo menciona en su mensaje dando un papel preponderante en este importante proceso postpandemia.

“Su historia muestra cómo es posible, incluso en la soledad del propio desierto, interceder por los pobres del mundo entero y convertirse verdaderamente en un hermano y una hermana universal. Pido al Señor que, gracias también a su ejemplo, cada uno de nosotros ensanche su corazón y lo haga sensible a los sufrimientos de los más pequeños, y capaz de interceder por ellos”, reza un fragmento del mensaje denotando que no son descartados ni marginados y que su aporte a la misión eclesial es vigente y actual.

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