La formación del catequista es básica y específica, ya que requiere de un proceso constante de superación y compromiso apegado a su fe, es por eso que es preciso estar en periodos de capacitación. En el centro de formación “Fray Diego Vela” de la Diócesis de Juticalpa, se impartió un importante taller de formación para el seguimiento a la Iniciación Cristiana para Adultos (ICA).
En este proceso participaron 50 catequistas entre hombres y mujeres. En una jornada agotadora, pero edificante, recibieron con atención la disertación de la temática en donde el coordinador parroquial Ulises Mendoza y la catequista coordinadora Esther Licona, se tomaron el espacio y el tiempo para fomentar el deseo e interés entre los presentes, para mostrarles la responsabilidad que implica un buen servicio.
El catequista induce al niño en el conocimiento vivo de Jesús. En este encuentro de formación, las dinámicas y el trabajo en grupos fueron fundamentales para que el ambiente fuera de lo mejor y así mantener en lo alto los ánimos. Los catequistas recibieron dos misas, una el día sábado oficiada por el padre Walter Quiroz y el domingo el padre Celio Mencías de la Diócesis de Juticalpa ambos. “La formación cristiana se comienza en casa y sentir la llamada de Jesús para darla a conocer a los demás es la función del catequista, catequizar es enseñarle a los pequeños, fortaleciéndolos en el crecimiento con Jesús”, dijo el padre Celio.
Por su parte Ulises Mendoza, parte de los catequistas, expreso que, “Este taller es la réplica del seminario diocesano que se impartió el año pasado en San Francisco de la Paz (Olancho), que se hizo con la idea de motivar a los formadores de niños, jóvenes y adultos, para que hagamos una labor evangelizadora con aquellos hermanos nuestros que son adultos y que todavía no han recibido el sacramento del Bautismo”.
