En el salón Medalla Milagrosa de la parroquia San Vicente de Paúl de San Pedro Sula, se realizó la Primera Asamblea Arquidiocesana de Misiones organizada por la Comisión Arquidiocesana de Misiones (COARMI). El padre José Antonio Amaya, responsable de la COARMI, dio las palabras de bienvenida recordando el lema del Mes de las Misiones 2023 “Corazones ardientes, pies en camino”. Seguidamente el coordinador de COARMI, Gilberto Turcios, dirigió la oración inicial para arrancar con esta reunión.
El Arzobispo de San Pedro, Mons. Miguel Lenihan, dijo: “Este 2023 cumplí 40 años de ser misionero en Centro América. Llegué a El Salvador sin conocer el país ni su cultura, luego a Guatemala y Honduras”. El primer titular de esta arquidiócesis, también manifestó que “el Señor ha sido bueno conmigo. Estoy agradecido y contento de ser misionero, amo mi país, mi gente, mi cultura, pero también amo la gente y la cultura de los lugares donde me ha tocado hacer misión”.
Monseñor Miguel recordó la frase de Jesús que nos dice “Vayan por el mundo, sean mis testigos” y recordó que “el misionero es testigo, vive y predica con su testimonio, el Papa Pablo VI dice que antes de abrir la boca para evangelizar ya estamos evangelizando a través del testimonio, la gente hoy escucha a un testigo y sigue un testimonio, eso también se aplica a la misión, el discurso es importante, pero hay que ser testigos”.
El padre Bernardino Lazo, director de Obras Misionales Pontificias (OMP), en su formación manifestó que “La misión es cuestión de amor, la misión no son momentos o días, la misión es vida hasta la muerte, no podemos hablar de temporadas u horas de misión, tenemos que hablar de una Arquidiócesis de San Pedro Sula en estado permanente de misión porque nosotros hemos recibido ese mandado a través del Bautismo”. La asamblea culminó con la Santa Eucaristía oficiada por monseñor Miguel Lenihan.
