Tener el deseo de servir se puede dar en cualquier momento y cuando se hace a temprana, prepara a los jóvenes a ser fieles a sus comunidades. Esto lo podemos ver en el ejemplo de los monaguillos, quienes acompañan y ayudan en la liturgia de las misas en cada parroquia.
En ese sentido se realizó un retiro en el centro de formación Fray Diego Vela de la ciudad de Juticalpa, para que estos servidores del Altar reciban una continua formación como cada año se les da. A este encuentro sectorial se hicieron presentes 62 monaguillos, 31 niños y niñas de la Parroquia Catedral de Juticalpa Inmaculada Concepción, así como también 31 de la comunidad de San Francisco de Becerra.
Experiencia
Este espacio de tiempo, se aprovechó al máximo y el cual fue muy fructífero, ya que se medito sobre el servicio en el Altar y se tomó muy en cuenta el amor hacia Jesús, porque mantenerlo a en los corazones de estos niños y jóvenes, genera paz y obediencia, lo que hace que el servicio se haga con mucho más amor.
Sor Glenda Gámez, asesora de los grupos juveniles de Juticalpa, expresó su alegría por la experiencia al decir “Fue una linda experiencia y se sintió la alegría con la que participa – ron estas dos parroquias, y lo que hacen estos muchachos y muchachas es un ejemplo que nos lleva a aprender mucho. El servicio de los niños dentro de la Iglesia y la conciencia que tienen de Jesús Sacramentado debe de servirnos mucho a los adultos”.
Celebración
Karina Ulloa, catequista de Jutiquile, expresó su satisfacción por lo que hacen estos niños, sobre todo los que están a su cargo que son 14. Asimismo los monaguillos culminaron este retiro espiritual en la Catedral con la celebración de la Santa Eucaristía.
