Atendiendo al clamor de muchos obispos alrededor de todo el mundo y dado que la pandemia sigue presente, la Penitenciaría Apostólica ha prorrogado los beneficios concedidos el 22 de octubre con el que se pueden obtener por todos los fieles, indulgencia plenaria para sus difuntos.
El decreto avala que quien se encuentre en una ciudad donde las restricciones para visitar un camposanto como acto de misericordia, podrán obtener indulgencia plenaria para sus familiares o amigos que han partido a la presencia del Señor bajo las siguientes normas:
Cualquier día de Noviembre: frente a una imagen de Jesús o de la Virgen María, rezar cualquiera de estas oraciones:
- Rezo del Santo Rosario
Rezo de Laudes o Vísperas de la Liturgia de las Horas - Rezar la Coronilla de la Divina Misericordia
Meditar la Biblia - Practicar una obra de misericordia.
Cuando sea posible, el fiel católico deberá completar los requerimientos habituales:
- Confesarse – Comulgar – Orar por la intención del Papa Francisco.
Algo para tener en cuenta, es lo que ha mencionado el penitenciario mayor Su Eminencia Cardenal Mauro Piacenza:
“La costumbre codificada es la de una indulgencia plenaria en todos los días del Octavario, del 1 al 8 de noviembre, para todos aquellos que visiten los cementerios rezando por los difuntos, y el 2 de noviembre, concretamente, la visita a una iglesia u oratorio rezando el Padrenuestro y el Credo”.
Este beneficio que realmente es concedido para los fieles difuntos, puede ser obtenido para quienes realmente tengan imposibilitado salir de casa: ancianos, enfermos y aquellos que no puedan visitar un santuario. La indulgencia plenaria, ayudará al difunto, a salir del periodo de purga y ver el rostro del Señor gracias a nuestras acciones.