Santa Teresa de Jesús y el Guantelete del Infinito

El Guantelete del Infinito es una de las reliquias más preciadas dentro del universo cinematográfico de Marvel. Este pulveriza a la mitad de la humanidad en "Vengadores: Infinity War", pero ¿sabias que este tiene un gemelo en la vida real?.

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1976

Cuando hablamos de la Mano Incorrupta de Santa Teresa de Jesús. Podemos decir que es un relicario del siglo XVII que se encuentra en la iglesia de la Merced de Ronda en Málaga. El guionista Jim Starlin y sus dibujantes George Pérez y Ron Lim se inspiraron para diseñar en 1991, el arma definitiva del supervillano cósmico en esta reliquia.

Entonces, nos podemos hacer la siguiente pregunta con respecto a esta coincidencia, ¿qué son los santos si no los superhéroes de la Iglesia Católica?

La mano incorrupta

Se conoce como “mano incorrupta” de Santa Teresa esta pieza de plata dorada con incrustaciones de piedras preciosas contiene los restos de una mano mística.

Según la Iglesia Católica, diez meses después de su muerto en Alba de Torres en octubre de 1582 se exhumaron sus restos. El cuerpo, según sostienen las autoridades católicas, apareció incorrupto y flexible. Esto habría facilitado la abundancia en reliquias de Santa Teresa por todo el globo, desde trozos del corazón hasta la mano de marras.

El relicario con la mano primero fue entregado a las mojas Carmelitas Descalzas de Ávila, para posteriormente llevarse a las Carmelitas del convento de San Alberto de Lisboa. Años después este llego al convento de Carmelitas Descalzas de Ronda.

Guerra civil

Durante la guerra civil española el convento fue saqueado y la mano incorrupta vivió más aventuras, de las que salió bien librada. En la posguerra fue trasladada de Málaga a Valladolid para ser expuesta en una magna exposición con otros relicarios y obras de arte del patrimonio religioso expoliados por los ‘rojos’ que los golpistas y vencedores lograron recuperar. Francisco Franco quedó al parecer prendado del objeto y consiguió autorización eclesiástica para conservarlo en la capilla de su residencia, en el Palacio del Pardo, donde se mantuvo como objeto de especial devoción.

Pocas semanas después de la muerte de Franco, el 14 de diciembre de 1975, la reverenda madre María de Cristo Rey, priora del convento de Madres Carmelitas Descalzas de Ronda, recibió de manos del obispo de Málaga, Ramón Buxarrais, el relicario de la mano de santa Teresa. Y ahí sigue.

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