Cada 21 de enero el santoral católico nos recuerda la memoria de Santa Inés, virgen y mártir, que, siendo aún adolescente, ofreció en Roma el supremo testimonio de la fe, consagrando con el martirio el título de la castidad. Para el Padre Eugenio Aldana, Párroco de El Salvador del Mundo, esta santa es un ejemplo de fidelidad a su opción de seguir a Jesús pese a todos los obstáculos que encontró en el camino. “Tuvo la oportunidad de una vida fácil y cómoda aceptando ser esposa de una persona de buena familia romana, pero pagana, sin embargo, optó por mantenerse fiel a su consagración”, dijo.
Respeto
Partiendo de esta realidad, la Hermana Guadalupe Rojas misionera de MARILAM destaca que el respeto hacia la dignidad de la mujer es un derecho fundamental no solo por ser mujer sino por el hecho de ser persona, dado que históricamente los derechos de las mujeres muchas veces han sido manipulados al antojo de la sociedad, de la cultura, de las instituciones de la sociedad en general. “El testimonio de Santa Inés se vuelve inspirador en tiempos en donde el papel de la mujer al parecer se está convirtiendo en un delito o en algo repudiable”.
1 Significado
Primero, ella murió siendo muy joven, casi niña y fue víctima de la crueldad de la gente y segundo, es porque su nombre en latín es Agnes, que viene de Agnus, que significa cordero.
2 Modelo
En este tiempo donde vemos que en el país hay un ataque frontal contra las mujeres, Santa Inés es un digno ejemplo de lucha, tenacidad y respeto, porque a pesar que fue denigrada se mantuvo virgen.