El jueves pasado, la Policía de Nicaragua llevó a cabo la detención del obispo de la Diócesis de Siuna, monseñor Isidoro del Carmen Mora Ortega, sumándose así al preocupante patrón de acciones en contra de la Iglesia Católica por parte del régimen de Daniel Ortega durante el año 2023. Con 63 años de edad, Mora es el segundo alto jerarca eclesiástico que enfrenta la prisión en esta escalada de medidas tomadas por el gobierno sandinista.
La detención se produjo mientras el obispo se dirigía a oficiar una ceremonia religiosa para 230 niños en la parroquia Santa Cruz en La Cruz de Río Grande. Este hecho se dio después de que liderara una misa en la que destacó el apoyo y las oraciones de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) hacia el monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, que recientemente fue condenado a 26 años de prisión bajo cargos de supuesta traición a la patria, siendo despojado de sus derechos civiles y nacionalidad.
Durante su homilía, el obispo de Siuna resaltó la valentía de la Diócesis de Matagalpa y animó a la fe y la perseverancia frente a las adversidades. Este nuevo arresto se enmarca en un contexto de creciente tensión y violaciones a la libertad religiosa en Nicaragua, donde, como parte de un acuerdo con el Vaticano, 13 sacerdotes, a excepción de Álvarez, fueron detenidos y luego trasladados a Roma.