En una reciente visita a la revista matutina “Alegre la Mañana que Nos Habla de Dios”, la licenciada en nutrición Karen Hernández ofreció valiosas recomendaciones nutricionales para pacientes con enfermedad renal crónica (ERC).
En Honduras, se ha registrado un total de 4570 pacientes con ERC diagnosticada, una estadística de 2023. Estos pacientes deben someterse a hemodiálisis tres veces por semana o a diálisis peritoneal cada 15 o 21 días, ya que sus riñones no funcionan adecuadamente y necesitan una máquina para eliminar las toxinas acumuladas en la sangre. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 10% de la población mundial padece esta condición, por lo que es crucial abordar la prevención de esta enfermedad.
La prevención de la ERC comienza con la identificación y manejo de factores de riesgo. Los pacientes diabéticos, aquellos con sobrepeso, niveles altos de colesterol o triglicéridos, hipertensión no controlada, y antecedentes familiares de enfermedades renales tienen un mayor riesgo de desarrollar ERC. Además, el consumo insuficiente de agua en favor de bebidas gaseosas o energéticas, alimentos procesados ricos en fósforo y sodio, y la exposición a pesticidas aumentan la probabilidad de padecer esta condición. Mantener hábitos de alimentación saludables y una hidratación adecuada es fundamental para reducir el riesgo de convertirse en un paciente renal crónico.
Una vez diagnosticados con ERC, los pacientes deben hacer ajustes significativos en su dieta para manejar mejor su condición. ‘’Es esencial limitar la ingesta de líquidos a aproximadamente un litro por día, incluyendo agua, leche y otros alimentos líquidos, para evitar complicaciones por sobrecarga hídrica. Además, deben eliminar de su dieta los alimentos procesados y envasados debido a su alto contenido de sal, fósforo y calcio’’, recomendó la doctora Karen. Se recomienda consumir alimentos frescos y naturales como galletas integrales, avena, carnes blancas como pavo y pescado, leguminosas, y vegetales cocidos. Las carnes rojas deben ser magras y consumidas con moderación, y los carbohidratos deben consumirse en cantidades controladas. ‘’Tomar agua regularmente, reducir el consumo de bebidas azucaradas, y optar por una dieta balanceada puede ayudar a disminuir el número de nuevos casos y mejorar la calidad de vida de los pacientes renales’’, concluyó la nutricionista.