En el mes de oración por las vocaciones, el matrimonio formado por Raúl y Karely Martínez, miembros de Pastoral Familiar Arquidiocesana de San Pedro Sula, nos comparten su testimonio de vida matrimonial y de servicio a la Iglesia.
Mirtza Rivera: ¿Consideran que el matrimonio es una vocación?
Karely y Raúl Martínez: Por supuesto que sí, una hermosa vocación a la que muy pocos lamentablemente en la actualidad se sienten llamados. Llegar juntos al cielo es la ilusión que puede impulsar a cada matrimonio.
M.R.: ¿Cuántos años tienen de casados y cómo describirían esa experiencia?
Karely y Raúl: El 21 de diciembre cumplimos 33 años de casados, durante los cuales hemos aprendido a respetarnos, amarnos, aceptarnos tal como somos, nuestra experiencia es como una mina, cada día encontramos algo nuevo.
M.R.: ¿Cómo se conocen y en qué año deciden casarse?
Karely y Raúl: Nos conocimos en el colegio, allí sucedió el flechazo luego de 3 años de noviazgo decidimos casarnos un 20 de diciembre de 1991 por el civil y el 21 de diciembre por la Iglesia. Ambos trabajábamos y éramos conscientes de la responsabilidad que estábamos adquiriendo al casarnos más honrando a Dios y a nuestros padres.
M.R.: ¿Cuántos hijos tienen y cómo describirían esa experiencia de ser padres?
Karely y Raúl: Tenemos 2 hijos Karely Melissa y Mario Raúl, nos sentimos agradecidos con Dios porque nos concedió la dicha de ser padres, ellos vinieron a complementar nuestra familia. Hemos tratado de llenarlos de amor, procurando ser ejemplo de vida en todos los ámbitos como seres humanos integrales, ha sido una experiencia titánica por tantos desafíos que se viven en la actualidad.