Los Ejercicios de San Ignacio de Loyola, son una experiencia espiritual conformada por una serie de meditaciones que tienen como fin, encontrar la voluntad de Dios en nuestra vida. De igual forma se pretende que con los mismos, como dice Ignacio, se pueda “Amar a Dios en todas las cosas y a todas las cosas en Él”.
Con la práctica de estos ejercicios se pretende, en primer lugar, hacer conciencia en quien los realiza de su vida de pecado habitual, en la que, por costumbre, puede estar sumergido. Lo segundo es fortalecer la relación con Jesús, conociéndolo e integrándolo en todos sus procesos y por último, glorificar a Dios en todo lo que se realiza, buscando siempre su voluntad. El padre Cristóbal Fones, miembro de la Compañía de Jesús, congregación fundada por San Ignacio, comparte que vivir esta experiencia, nos ayuda a discernir, bus- car y encontrar la voluntad de Dios en nuestra vida. “Esta metodología se adquiere ejercitándose, es decir, viviendo las reflexiones en repetidas ocasiones. La experiencia, ayuda a reconocer todo lo que viene de Dios y también lo que me aparta de Él”, expuso el presbítero.
Los ejercicios espirituales, nacieron de la experiencia espiritual de Ignacio, quien después de su conversión, decidió escribir lo que a el le había ayudado a modo que esto mismo, sirviera para ayudar a los demás. Los Ejercicios Ignacianos son dirigidos a toda persona que tenga sed de lo infinito; con interés de encontrarle sentido profundo a la existencia y de ordenar la vida a la luz de la voluntad de Dios.
