La Penitenciaría Apostólica ha publicado el decreto con las normas y modalidades para obtener la indulgencia durante el Jubileo de 2025, destacando la importancia de redescubrir la ilimitada misericordia de Dios. Este anuncio, en sintonía con la bula “Spes non confundit” del Papa Francisco, subraya la relevancia de esta gracia jubilar en un momento en que numerosas poblaciones están oprimidas por la violencia.
El documento, firmado por el cardenal Angelo De Donatis, Penitenciario Mayor, y monseñor Krzysztof Nykiel, regente de la Penitenciaría, establece que durante el Jubileo de 2025, cualquier otra concesión de indulgencia permanecerá vigente y podrá aplicarse a las almas del purgatorio en forma de sufragio. Además, se enfatiza la participación en peregrinaciones a lugares sagrados en Roma y en todo el mundo como una forma de obtener la indulgencia.
Peregrinaciones: Roma y Jerusalén
Los fieles podrán obtener la indulgencia realizando peregrinaciones a al menos una de las cuatro Basílicas Papales Mayores en Roma (San Pedro en el Vaticano, San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros) o a las basílicas de Tierra Santa (el Santo Sepulcro de Jerusalén, la Natividad de Belén y la Anunciación de Nazaret).
Indulgencia en el Mundo
El decreto especifica que la indulgencia también puede obtenerse participando en Misas, el Rosario, el Vía Crucis y otras celebraciones en peregrinación a cualquier lugar sagrado jubilar o en catedrales e iglesias locales, según las disposiciones de los obispos. Además, se incluyen otros santuarios y basílicas importantes como Asís, Loreto y Pompeya. Para aquellos que no puedan participar en peregrinaciones por motivos graves, como las monjas de clausura, enfermos y presos, se han establecido modalidades especiales para obtener la indulgencia.
Misericordia y Penitencia
Las Normas destacan que la indulgencia está vinculada a las obras de misericordia y penitencia. Los fieles están invitados a redescubrir las obras de misericordia corporales y espirituales, obteniendo la indulgencia al visitar enfermos, presos, ancianos solos y personas con discapacidades. También se puede obtener la indulgencia a través de prácticas penitenciales, como la abstención de distracciones reales y virtuales, el ayuno y la donación a los pobres.
Sacramento de la Penitencia
El Año Santo es un periodo especial para experimentar el perdón divino. El decreto alienta a los obispos y sacerdotes a facilitar el acceso a la confesión, sugiriendo la publicación de horarios para confesiones y la organización de celebraciones penitenciales frecuentes. Se invita a los sacerdotes a ofrecer con generosidad la posibilidad de que los fieles se acojan a los medios de salvación.
En resumen, el Jubileo de 2025 ofrece a los fieles la oportunidad de experimentar profundamente la misericordia de Dios a través de la indulgencia, reforzando el llamado del Papa Francisco a ser signos tangibles de esperanza y misericordia en el mundo.