Papa Francisco: “Yo creo que tú eres Dios, que este niño es Dios. Por favor, dame la gracia de la humildad para poder entenderlo”.

0
841

El Papa Francisco en la Audiencia General ha deseado una “santa y feliz navidad” en la que todos tengan la conciencia de que “Dios viene por mí” por lo que ha invitado a buscar a Jesús con humildad ya que el fundamento de nuestra alegría es que Jesús “se hizo carne y vino a habitar en medio de nosotros en aquel Niño que vemos en el pesebre”.

 El Papa ha invitado a rezar la oración de San Anselmo: “Señor, enséñame a buscarte y muéstrate a quien te busca; porque no puedo ir en tu búsqueda a menos que Tú me enseñes, y no puedo encontrarte si tú no te manifiestas. Deseando te buscaré, buscando te desearé, amando te hallaré y hallándote te amaré”.

“Quisiera que, si habrá felicitaciones y reuniones de familia esto es hermoso siempre, pero que exista también la conciencia de que Dios viene por mí. Cada uno diga esto: Dios viene por mí. La conciencia de que, para buscar a Dios, encontrar a Dios, aceptar a Dios, es necesaria la humildad”, ha dicho el Santo Padre.

El Sumo Pontífice ha vuelto a instar con fuerza a la acción compartida para aliviar el drama de los migrantes en la zona del Mediterráneo. 

Pensemos: ¡El Creador del universo… a Él no le fue concedido un lugar para nacer! Quizá fue una anticipación de lo que dice el evangelista Juan: «Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron» (1,11); y de lo que Jesús mismo dirá: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza» (Lc 9,58).

En torno a Jesús recién nacido hay también tres Magos (cf. Mt 2,1-12). Los Evangelios no dicen que fueran reyes, ni el número, ni sus nombres. Con certeza se sabe solo que desde un país lejano de Oriente (se puede pensar en Babilonia, Arabia o a en la Persia de aquella época) se pusieron en viaje para buscar al Rey de los Judíos, que en su corazón identifican con Dios, porque dicen que le quieren adorar. Los Magos representan a los pueblos paganos, en particular a todos aquellos que a lo largo de los siglos buscan a Dios y se ponen en camino para encontrarlo. Representan también a los ricos y a los poderosos, pero solo a los que no son esclavos de la posesión, que no están “poseídos” por las cosas que creen poseer.

Queridos hermanos y queridas hermanas, solo la humildad es el camino que nos conduce a Dios y, al mismo tiempo, precisamente porque nos conduce a Él, nos lleva también a lo esencial de la vida, a su significado más verdadero, al motivo más fiable por el que la vida vale la pena ser vivida, expresó el Papa Francisco.

Queridos hermanos y hermanas, quisiera invitar a todos los hombres y las mujeres a la gruta de Belén a adorar al Hijo de Dios hecho hombre. Cada uno se acerque al pesebre que hay en su casa o en la iglesia o en otro lugar, y trate de hacer un acto de adoración, dentro: “Yo creo que tú eres Dios, que este niño es Dios. Por favor, dame la gracia de la humildad para poder entenderlo”.

La estrella, luz creada, nos lleva a adorar a Jesús, verdadera Luz del mundo. Y para seguirla hay que buscar, ponerse en camino, correr riesgos, pedir, preguntar e, incluso, equivocarse. Hoy, quisiera llevar a Belén a los pobres que, en palabras de San Pablo VI, son sacramento de Cristo, y también a aquellos que creen no tener Dios, para que puedan comprender que sólo en Él se colman los anhelos y se llega a ser profundamente humanos.

Saludo cordialmente a los fieles de lengua española. Que el nacimiento de Cristo llene sus corazones y el mensaje de los ángeles: «Paz en la tierra a los hombres que ama el Señor» presida sus vidas, recordando que Dios nos ha amado primero. Que el Señor los bendiga. Muchas gracias y feliz Navidad.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí