El tiempo de Cuaresma es un momento propicio para corregir algunos vicios y pecados que tiene cada persona. A través de las prácticas de piedad se pueden ir superando algunos malos hábitos adquiridos. Uno de estos males, son los chismes.
Practicas
El Papa Francisco ha sido muy insistente en este tema, nos recuerda que “No hablar mal de los demás, no chismosear, es un ayuno que te hará sentir hambre, tenemos que ayunar de difundir rumores y chismes”. San Pablo en su carta a los Efesios indica que, para vivir como hombres y mujeres nuevos, “No debe salir de sus bocas ni una palabra mala, sino la palabra que hacía falta y que deja algo a los oyentes”. Ante esta manifestación, Sor Sonia Díaz, miembro de las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón, detalla que “En esta Cuaresma se puede meditar en el Santo Vía Crucis y ofrecerle al Señor esas calumnias que se comenten cuando se cae en el chisme”.
Sor Sonia también nos recuerda que “hay que abstenerse de criticar al prójimo y de no hacer prejuicios por que dañan la moral de la otra persona. Cuando alguien se acerca para hablar mal del hermano, es mejor quedarse callado o cambiar de plática”.
Edificación
San Ignacio de Loyola menciona que “Todo aquello que digamos, siempre sea para la edificación de la otra persona. Si aquello que voy a decir no ayuda a la otra persona, San Ignacio sugiere, mejor callarse”. Un buen ejercicio para vencer la tentación del chisme y procurar ayunar de esto, es hacer una buena Confesión para exponer ante Dios todos nuestros pecados, nuestras culpas, en vez de dedicarnos a hablar de los otros.
