Las personas que se separan de la comunidad tendrán motivos muy diversos, problemas personales, riñas con algún hermano, problemas con la comunidad en general, etc.
Pero si por alguna razón un hermano regresa a la comunidad sin que hayamos cumplido nuestro papel de ir en busca de la oveja perdida debemos evitar este tipo de expresiones:
- “Milagro, hoy llueve”. En verdad es un milagro, obra del Señor, que un hermano regrese sin que se le haya buscado, pero cuando se dice esa frase no es porque se crea que es un milagro, se dice de forma sarcástica y que al final lejos de hacer permanecer a la persona en la comunidad, se le termina alejando de nuevo.
- “Uy, hoy se cae la Iglesia porque has vuelto al templo”. Otra expresión hiriente y nada edificante, cuantas personas retornan a la Iglesia buscando compasión y misericordia y lo único que encuentran son este tipo de expresiones nada acogedoras.
- Después de que la comunidad ha pasado un tiempo de crisis, se debe evitar decir a los que retornan “Ahora para qué viene si no estuvo cuando lo necesitamos”. En la Iglesia no se adquiere derechos a la permanencia por méritos o por horas de servicio, la Iglesia siempre debe estar con las puertas abiertas.
Con los hermanos que vuelven a la Iglesia debemos dar gracias en nuestro interior, con una oración sincera. Si nos causa dolor ver que retorna alguien tomando la actitud del hermano mayor en la parábola del hijo pródigo, debemos pedirle al Señor que nos dé un corazón misericordioso como el de Él.
“Si juzgas a la gente no tienes tiempo para amarla” Santa Teresa de Calcuta