El Padre Carlo Magno Núñez, presidió la Eucaristía hoy 18 de Mayo en la Basílica de Suyapa hizo énfasis en la primera lectura, en la vida de Lidia una mujer que abrió las puertas en Filipos para que los apóstoles evangelizaran.
Todo comenzó dijo Magno en la pequeña familia de Lidia y de allí la fe se fue expandiendo poco a poco, días nos concede aprender de esta mujer sencilla, abierta humilde, franca y audaz que nosotros a ejemplo de ella sepamos abrir nuestros corazones a la predicación del evangelio y nuestra voz a la proclamación de la fe como la hizo Lidia.
El sacerdote mencionó que a partir de esta sexta semana de Pascua la Palabra de Dios nos va a ir inyectando la importancia de irnos guiando por el Espíritu Santo, abrir el corazón a Dios es abrir la fuerza al Espíritu Santo para proclamar la Buena Nueva.
Además manifestó “El Espíritu Santo que es la gran promesa de Dios, el Espíritu Santo que nos acompañara, no hay mejor camino para enamorarnos del Espíritu Divino que escuchar a Jesús, escuchar su Palabra, que cumplir sus mandamientos, que el mismo nos vino a predicar y donde el mismo nos enseña que es posible cumplirlos, que es posible el amor”.
Jesús nos dice, continuó el sacerdote “el espíritu nos da testimonio de Él, el Espíritu es el gran testigo cuyo testimonio se apodera de nuestro entendimiento induciéndolo siempre al bien a lo mejor, que el Espíritu Santo guie nuestros corazones”.
“Al Espíritu Santo lo encontramos, cuando abrimos nuestro corazón como Lidia, como nos decía San Juan Pablo II que nos abriéramos a nuevos métodos que fuéramos audaces para llevar una Nueva Evangelización al mundo entero que el Espíritu Santo sea el director de nuestra vida sea quien nos conduzca y nos lleve siempre al puerto seguro” concluyó.