Olancho es uno de los departamentos más grandes en extensión territorial y también en amor a la Madre de Dios, esto porque su población cada día demuestra su entrega y respeto a la Patrona de Honduras, Santa María de Suyapa. Nuestra Madre, la más grande de todas, se nos presenta de diferentes maneras como una muestra de diversidad en felicidad divina y desde hace 275 años “La Morenita” intercesora, ha estado con los hondureños como una muestra de amor y de protección.
El pueblo olanchano también reconoce la divinidad de “Suyapita” desde que hizo su aparición en nuestro país de una manera sencilla y humilde, la que ha influido en el crecimiento de fe de cada uno de sus devotos, lo que queda demostrado en la celebración en su honor cada 3 de febrero, en donde se le acompaña con serenatas, el rezo del Rosario y desde luego la Santa Eucaristía.
Testimonios Vilma del Socorro Miralda, feligresa de la Catedral Inmaculada Concepción de Juticalpa, ha manifestado su devoción a la Virgen de Suyapa por su maternal intercesión. “Yo le dije: Madrecita ayúdame y te iré a visitar yo solita para rezarte un Rosario y ese viaje lo voy a dedicar solo para estar contigo. Ella me cumplió lo que le pedí, fui con mucha devoción a sus pies y me sentí muy bien” dijo doña Socorro y agregó que “cuando yo entré a la Basílica, el milagro se dio justo en el momento que estaba empezando la Misa. Reconozco que ella es buena, bondadosa y cumple nuestras peticiones. Es tierna y está pendiente de cada uno de nosotros”.
Por su parte, Milton Matute, quien también es devoto a la Madre de los hondureños y asiste a la Catedral de Juticalpa, expresa que “Aparte de que es nuestra patrona, es una representación muy grande para nosotros los católicos, porque es la madre de nuestro Señor, entonces se convierte en el Arca de la Nueva Alianza”. Matute también opina que “a través de “La Morenita” vino Jesús a la humanidad, lo que la convierte en madre de todos”.
