Nuestros abuelos son un cimiento y un tesoro inagotable de sabiduría

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En nuestros primeros años de infancia, los encargados de brindarnos nuestras primeras oraciones fueron y siguen siendo los abuelos.

La primera oración, muchas veces los hemos escuchado de sus bocas, quienes se preocuparon por trasladarnos no solo conocimiento intelectual y moral, sino la herencia más bella que puede tener todo ser humano, la fe. El Padre Cecilio Rivera considera que los abuelos son parte vital en la formación de los individuos.

“Creo que todos hemos recibido la fe de nuestros abuelitos, ellos nos enseñaron a rezar, especialmente cuando les veíamos ponerse de rodillas y hacer el Padre Nuestro y el Ave María, el Papa Francisco precisamente nos ha recordado que en ellos se acumula el tesoro la sabiduría y justamente en la Biblia cuando se habla de presbíteros se refiere a los ancianos, aquellos que tenían la sabiduría para comunicarla a los demás, nuestros abuelos son un cimiento, un don un tesoro” dijo y agregó que “ya lo decía el libro de la sabiduría justamente feliz y dichoso aquel a que el Señor le ha regalado muchos años de vida, ellos nos han transmitido la fe y por eso en esta fecha tan importante oramos por ellos”.

Formación

Marizela Turcios coordinadora voluntaria en Cáritas Suyapa y que convive en varias actividades con las personas de la Tercera Edad, dice que “Los abuelos significan, en conclusión, la parte más importante en la familia relacionada con la formación integral, de valores y con la formación espiritual, con todos aquellos hábitos buenos que nos enseñan, porque los abuelos los dan con amor, con cariño, con fraternidad”.

“Ellos son un eslabón un factor determinante para esa formación que todos los seres humanos necesitamos y ellos también necesitan de respeto, necesitan de cariño un abuelo en una familia sin duda que es alguien que va a determinar el éxito, la felicidad de esa familia a través de esos niños que se vuelven jóvenes y de esos jóvenes que se vuelven adultos”, expresa Turcios. También comenta que para una familia contar con la presencia de los abuelos constituye de gran bendición. “Una familia sin abuelos es una familia fría, yo les invito a que sigamos apoyando a los abuelos para que sigan dando a los niños y a los jóvenes esos valores que en realidad son los que construyen la armonía de una sociedad sin violencia, de una sociedad fraterna” concluyó.

Testimonios

Esperanza Galo, comparte como ha heredado la enseñanza católica a sus hijos que ella recibió de sus abuelos. “Nuestra primera catequesis nos la dio nuestra abuela materna, donde mi abuela todos los días se hacía el Rosario, ella nos enseñó a respetar este tiempo a reflexionar muy bien los misterios y a llevar los tiempos litúrgicos, en Cuaresma, nuestra abuela nos enseñó que todos los días hacíamos el Vía Crucis y nos lo enseñaba que era de rodillas también, eso nos enseñó a amar mucho a Jesús y a aprender nuestras primeras oraciones fue una experiencia muy bonita que hasta el día de hoy puedo recordar que nuestra abuela nos dejó este gran legado”.

Carlos Hernández, también reconoce su experiencia de fe a través de su abuelita y nos comparte que “Ella cuando yo tenía 5 años me enseñó toda la doctrina de la Iglesia Católica, me enseñó desde signarme y me explicó que significaba cada una de las cosas, yo ya a esa edad me sabia el Rosario y me sabia las oraciones, me sabia el Credo porque ella era una buena catequista y tenía una buena pedagogía, ella ya está en el cielo, hace 20 años me educó en la fe, ella me llevaba a misa todos los domingos, íbamos a pie con mucha devoción”.

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