Llega una de las temporadas más bellas y esperadas del año; el Adviento y Navidad, momento donde estamos llamados a prepararnos para recibir al Hijo de Dios que se hace niño y viene para salvarnos. Uno de los fenómenos que vive este tiempo es que el consumismo gana la atención de la sociedad y se pierde de vista ese sentido de esperanza porque nace el Redentor. En medio de comida, bebida, ropa, regalos y muchas luces, es claro que el festejado es olvidado.
El padre Luis Fernando Uribe, menciona que el estar rodeados por lo que el comercio presenta, regalos, comidas, lujos hace que nos dejamos llevar pero que eso no nos invita a vivir una auténtica Navidad, todo lo contrario, cada vez nos aleja más de la esencia de la celebración. “El consumismo no es Navidad, la Navidad es Jesús; quien únicamente vive con este fenómeno realmente no celebra la Navidad sino su vanidad”.
El padre Uribe, afirma que debemos fortalecer nuestra formación espiritual, comprendiendo el verdadero significado de la venida del Señor una vez más, pero desde la vigilancia, vigilar que nuestro corazón no se deje poseer por los bienes materiales, riquezas si no que nuestro corazón se deje seducir por el amor de Dios y que podamos usar los bienes, pero para compartir con nuestros hermanos que más lo necesitan. Los días previos a la Navidad y de un modo especial la Navidad, debe ser un tiempo especial para acrecentar entre nosotros la caridad, la justicia, el bien común y la ternura; así lo hizo Dios al enviarnos a su Hijo, esa es la pedagogía de Dios, Quien siendo rico se hace pobre y comparte nuestra humanidad para enriquecernos.
