En la homilía de este domingo 11 de octubre S.E. el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez nos habla de que Dios invita a todo ser humano al reino que Jesús anuncia, el banquete es universal para todos, hombres y mujeres, para todos los habitantes de nuestra Honduras.
Si cada uno de nosotros recibiera en su corazón ese amor que Dios nos ofrece, cambiaría nuestra vida y se llenaría de alegría y de sentido.
Es una llamada a crear una sociedad fraterna en la que todos podamos disfrutar y gozar de todo esa es la encíclica del Papa “Fratelli Tutti” Hermanos todos.
S.E. Oscar Andrés Rodríguez nos recuerda que necesitamos escuchar y seguir la voz del Señor, la parábola nos recuerda que hay una invitación a la libertad y a la plenitud de vida por caminos diferentes a los de la búsqueda puramente del bienestar material o del prestigio social, o de la política para los intereses de grupo.
El mensaje del evangelio de hoy es de plena actualidad. Dios nos llama a todos hoy como ayer y la respuesta puede ser un SI o un NO, esa respuesta marca la diferencia entre unos y otros si preferimos las cosas de este mundo, las tierras y los negocios quiere decir que la verdad no nos interesa y por eso es que nos encontramos en los problemas que nos encontramos, Por eso vale la pena que hoy nos preguntemos donde estamos buscando la felicidad? para muchas personas esta en tener más , en comprar más, en lograr más, para muchos el goce inmediato individualista, vaciedad, cualquier tipo de placeres sin reglas morales.
La invitación a la Santa Eucaristía es otra de las invitaciones que nos hace el señor, S.E. El Cardenal Rodríguez también se refirió a la beatificación de Carlo Acutis cuantos miles de hondureñas y hondureños ya desterraron la eucaristía de sus vidas, cuantos tal vez hicieron una primera comunión y después nada! la palabra de Jesús está muy clara el que coma de este pan vivirá para siempre y el que no ahí está la pregunta, por eso el señor nos continua llamando al banquete y tantos ya le cerraron la puerta.
Tenemos tan cerca a Jesús Eucaristía y nos invita cada día al banquete, ¿cuál es nuestra respuesta?
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