En la celebración eucarística dominical que preside el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez desde la Basílica de Suyapa, ha hecho un enfático llamado para no ser indiferentes ante el proceso electoral que se desarrollará a finales de este mes de noviembre, “Estamos muy cerca del proceso eleccionario y nos preocupa en primer lugar, que haya indiferencia, no salir a votar es pecado de omisión, porque en democracia, la manera de alcanzar los cambios es con la participación y una persona indiferente es cómplice que no se lleven a cabo los cambios en democracia” dijo.
Asimismo, expresó su preocupación por la confrontación que se respira en el ambiente político, ya que considera que es “una confrontación inducida, casi como que si la mejor preparación para este proceso, fuera suscitar enemistades y odios. Ese no es el camino de la democracia”. Es por ello que instó a toda la población a que “No debemos ser cómplices de ninguna confrontación y luego el miedo, se está infundiendo miedo en la sociedad, mejor no salgamos a votar porque va a haber violencia, no, eso sería ser cómplices de la indiferencia, hay que valorar en la conciencia delante de Dios, a quienes se consideran las personas más idóneas pero salir a votar y no ceder ante la tentación de aquellos que quieren infundir miedo para hacer sus trampas”
Advirtió que algunas personas y grupos de la sociedad están preocupados porque dicen que han entrado armas al país y que quieren que haya violencia. “A todos aquellos hay que disuadirlos, porque no hay voto que valga una gota de sangre de ningún hermano y hermana hondureña, no tiene porque haber violencia muerte y confrontación, eso no es un estado democrático y por consiguiente, no ceder ante el miedo, sino al contrario, más fuerte es el bien que el mal y oramos para que aquellos que sienten la tentación de la violencia, comprendan que están actuando contra Dios que nos dio la vida y quiere que respetemos la vida, nuestra vida y la del prójimo”.
Fue enfático en su llamada, al recordar que no debemos “ceder ante la tentación del miedo, la confrontación, del odio o la violencia, todos queremos lo mejor para nuestro país y todos debemos orar con fe para que Dios ponga su mano en este país y podamos construirlo en la paz, en el respeto, en la justicia, en el amor, en la libertad”.