Según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), en el país a diario se registran entre 7 a 8 homicidios; además, de 10 personas que son víctimas de violencia, cinco son niños o jóvenes. Para la directora de este ente investigador, Migdonia Ayestas, las estadísticas de estos hechos lamentables, ha tenido una leve disminución en comparación con años atrás y en las regiones que más se registran actos de criminalidad son: San Pedro Sula, La Ceiba, Catacamas, el Distrito Central y Copán.
Esperanza
Partiendo de ese contexto, Monseñor José Antonio Canales, Obispo de la Diócesis de Danlí, es del criterio que “esas cifras nos pueden decir que este mundo es malo, pero eso no es cierto y como cristianos debemos tener esperanza de que en medio de tanta maldad, hay más gente haciendo el bien”. Por su parte, el sociólogo Armando Orellana es del criterio que es cierto que la juventud está siendo presa fácil del crimen organizado y esto productos de la mala economía, la falta de educación, falta de políticas sociales y culturales que no son suficientes para cambiar esta realidad.
Desafío
El Padre Juan Antonio Hernández, formador del Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa (SMNSS), es de la opinión que el tema violencia es un gran desafío, pero “como cristianos es tener ese compromiso con la fe y que ante esta realidad optar por las víctimas, colocarlas en primer lugar ya que cuando hacemos esa opción aprendemos los valores del Reino de Dios”. Entre tanto, Kevin Amador, coordinador de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis (PJA) de Tegucigalpa, manifiesta que “hoy en día, en los diversos problemas que afectan a Honduras, siempre se involucra a los jóvenes, pero el papel nuestro es el de no dejarlos solos y salir en busca de ellos, aunque se encuentren barreras que los alejen de Dios”.
1 Involucrarlos
La Pastoral Juvenil tiene el compromiso es darle los espacios necesario a los jóvenes para que entiendan del amor de Dios, ir en busca de ellos y no quedarse sentados esperando que sean presa fácil del crimen organizado, según detalla Kevin Amador, coordinador de este grupo.
2 Educación
Monseñor Canales, aconseja que la base de un país sin violencia está en la familia, en esa educación espiritual que se debe dar en el hogar, por lo que se debe trabajar en esa institución que es clave para un mundo en paz, donde se respete a la vida.
3 Políticas
Migdonia Ayestas, del OV-UNAH, concretiza que la sociedad está obligada a cuidar a la juventud, pero el Estado debe establecer políticas que vayan en beneficio de este grupo, como por ejemplo trabajar en temas de prevención de violencia.