En la Homilía De la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel que estuvo a cargo de Monseñor José Vicente Nácher, Arzobispo de Tegucigalpa, hoy que se celebra la fiesta de Pentecostés, en la que se expresó de manera clara y sencilla que el espíritu lleva en plenitud todo lo que Dios hace en nosotros
“Somos afortunados en todos los aspectos, una fe inquebrantable que tenemos pero no lo valoramos y sabemos que es por el soplo de Jesús sobre sus discípulos que los llenó del Espíritu Santo. Y con ello les transmitió la efusión de una fuerza interior que sostiene y llena todo. Porque el Espíritu Santo es eso, llena, trasciende, plenifica”, detalló.
Al igual agregó que la sinodalidad eclesial nos recuerda que el Espíritu Santo habita en todos los que caminan juntos en comunión espiritual, y que, por tanto, ya que todos los bautizados son portadores del mismo Espíritu, en todos ellos se manifiesta.
La unidad de Pentecostés, es un lenguaje diferente
Así mismo se refirió que a la primera lectura de hoy: “Son galileos los que hablan, pero los escuchamos cada uno en nuestra lengua materna”. La lengua materna es aquella que está en un grado producto de nuestro ser y nuestra mente, de al contrario de Babel, donde todos debían hablar uniformemente un mismo idioma y la unidad de Pentecostés, es un lenguaje diferente consiste en que un mismo mensaje de esperanza y amor es recibido por cada quién en su propia lengua, cuando se habla con verdad todos pueden entender, enfatizó
Al igual subrayó que el perdón, es tan difícil y tan necesario, “se imaginan que fuéramos capaces de perdonarnos unos a otros un poco más, ¿qué pasaría? ” hace tanta falta pedir perdón y dar perdón
Al término del mensaje recalcó que los elementos de paz, alegría, perdón, ¿no son estos, elementos propios de una vida plena? Paz, alegría, perdón, los recibimos en grado máximo por el Espíritu Santo, por ello bien podemos decir, que el Espíritu Santo es la plenitud de nuestra vida.