La post pandemia trae consigo algunos frutos espirituales, uno es que muchos hombres acrecentaran su devoción por el Santo Rosario.
En el marco del mes dedicado al Santo Rosario, es imprescindible que la familia hondureña se acoja a esta oración mariana, la plegaria de los sencillos y humildes como muchos teólogos y santos la han descrito.
Testimonio
Para Arnoldo Avilés, Coordinador del naciente movimiento de Rosario de Hombres en Tegucigalpa, esta iniciativa ‘’surge desde el propio corazón de María, que nos ha invitado como iglesia, pero más como hombres, a acercarnos a ella a través de la oración mariana por excelencia’’; Avilés diserta que ‘’al rezar cada tercer sábado del mes el Santo Rosario, experimentamos el amor profundo de una madre que nos acompaña, guarda y aconseja, que está siempre presente en las circunstancias de la vida’’.
Iniciativa
La convocatoria que se realiza, ha atraído a hombres de todas las edades para unir su oración bajo la mirada y protección de la Virgen María en la advocación de Nuestra Señora de Suyapa, se realiza a los pies de la imagen de la virgen de bronce que se ubica al frente de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras; con esta iniciativa que inició en Comayagua y que se ha extendido a todo el país, se fortalece la devoción la madre de Jesús y por la práctica de la oración que le invoca como reina y señora.
CLAVES
1 Comunión
Como muestra de una iglesia en clave sinodal, cada tercer sábado de mes evidencia la comunidad que pueden formar los hombres en torno a María Santísima, acudiendo a su protección con la oración del Santo Rosario, una meditación que fortalece vínculos.
2 Invitación
Los hombres que asisten al rezo de este Santo Rosario en Tegucigalpa, han manifestado su fervoroso deseo de que más personas se sumen a este llamado que no lo hace un feligrés o sacerdote, sino la propia Virgen María, la madre que convoca a sus hijos.
3 Mensaje
La tradición de la iglesia siempre ha colocado a la mujer como la más cercana a las prácticas marianas incluido el Santo Rosario, pero con este acto de fe, se promueve un mensaje de que los hombres también aman y veneran a María y practican con devoción el Santo Rosario.
