El padre Rodolfo Varela encargado de oficiar la Misa este jueves 14 de mayo en la Basílica Nuestra Señora de Suyapa, dijo que hoy nuevamente la sociedad está en crisis y “vamos a salir adelante, en el camino nos damos cuenta que no somos eternos, de esta pandemia nos damos cuenta de nuestra fragilidad de nuestra temporalidad de que somos seres de paso que vamos a pasar por este mundo y otra persona nos va a sustituir así pasa en el trabajo, en la Iglesia, y en la vida”.
Y se preguntó ¿Qué es lo queda a nosotros entonces? “permanecer no en los cargos, permanecer en el amor de Dios, en el amor del Padre, en el amor del Hijo, eso sí permanece más allá de la vida temporal, pero los cargos los puestos no, no podemos aferrarnos a algo temporal, como si fuera algo eterno”.
El sacerdote expresó que si nosotros queremos permanecer dejémonos amar por Dios, que más nos dice el Señor, cumplamos sus mandamientos, hay que ser obedientes, cual es el mandamiento amarnos los unos a los otros pero primero tenemos que dejarnos amar por Dios.
El Padre Rodolfo manifestó que el Señor en otro pasaje dice que los gobernantes de las naciones los tiranizan no se así entre ustedes, y “cuál es el papel de nosotros cuando estamos al frente de una comunidad o al frente de un cargo, de un puesto de un trabajo, cumplir el mandamiento del amor no estamos llamados a ser tiranos, ni dictadores, estamos llamados a ser cristianos que cumplen el mandamiento de el amor”.
Amor de Dios
El padre dijo que cuando se está al frente de una comunidad o al frente de un cargo es para mostrar el amor de Dios es para cumplir los mandatos del Señor no se puede entrar en la separación de él, la vida civil y la vida cristiana, no se es cristiano estando en la iglesia, porque se es cristiano en cada momento.
Así mismo sostuvo que en todo momento se debe cumplir con el Mandamiento del Amor, y si se cumple con el mandamiento se permanece con Dios y se pueden dar muchos frutos y los frutos que quiere el Señor que demos no son cargos ni puestos.
Para concluir pidió que a lo largo del día oremos al Señor para dejarnos amar por él, ofreciendo nuestro ayuno por el fin de esta pandemia y sigamos compartiendo de lo poco o de lo mucho que tenemos, si no hemos compartido hoy es el día de comenzar a ser solidarios.