Este 26 de junio se recuerda la memoria de San Josemaría Escrivá de Balaguer, conocido popularmente como “El santo de la vida ordinaria” que nos enseña a buscar la santidad en las diversas circunstancias que a cada persona le toca vivir. En esta pandemia, su ejemplo y sobre todo sus enseñanzas, pueden marcar un itinerario espiritual para encontrar a Dios en medio de las dificultades.
Aislamiento
El confinamiento, aunque por diferentes circunstancias, también formó parte de la vida de este gran santo, ya que según narra su biografía, “San Josemaría también tuvo que estar aislado entre marzo y agosto de 1937. Para ese entonces, el Opus Dei apenas llegaba a la veintena de miembros y a muchos de ellos les tocó encerrarse con el fundador en la Legación diplomática de Honduras, en Madrid”.
Consejos
Una de las obras literarias escritas por este santo y que pueden ayudar en este momento, es el pequeño libro llamado “Camino”. En el punto 691 de esta obra, el santo pregunta lo siguiente: “¿Estás sufriendo una gran tribulación? ¿Tienes contradicciones?” y para responder dichas interrogantes, sugiere “Di, muy despacio, como paladeándola, esta oración recia y viril: «Hágase, cúmplase, sea alabada y eternamente ensalzada la justísima y amabilísima voluntad de Dios, sobre todas las cosas. Amén. Yo te aseguro que alcanzarás la paz”. La espiritualidad de este hombre, nos invita a vivir de manera extraordinaria todos los momentos de la vida, especialmente en la pandemia.
1 Oración
San Josemaría Escrivá en el punto 663 del libro “Camino” expresa que “Para poner remedio a tu tristeza me pides un consejo. Voy a darte una receta que viene de buena mano: del Apóstol Santiago. ¿Estás triste, hijo mío? ¡Haz oración! prueba a ver”.
2 Confianza
Dice este gran santo que “si te desmoralizas, te repetiré una cosa muy consoladora: al que hace lo que puede, Dios no le niega su gracia. Nuestro Señor es Padre, y si un hijo le dice en la quietud de su corazón: Padre mío del cielo, aquí estoy yo, ayúdame”.
3 Acción
En otro de sus libros espirituales, el santo recomienda que “¡No me seas comodón! No esperes el año nuevo (o el fin de la pandemia) para tomar resoluciones: todos los días son buenos para las decisiones buenas”.