Con el lema “Sean misericordiosos, así como el Padre de ustedes es misericordioso”, tomado del Evangelio según San Lucas (Lc 6,36), se vivirá la XXX Jornada Mundial del Enfermo que nos invita a “Estar al lado de los que sufren en un camino de caridad”. En el mensaje que el Papa Francisco entrega para este día, se destaca la acción caritativa del personal sanitarios que, en este tiempo de pandemia se han mantenido al pie de la bandera, combatiendo la enfermedad. El Pontífice destaca que “Sus manos, que tocan la carne sufriente de Cristo, pueden ser signo de las manos misericordiosas del Padre”.
Atención
Los enfermos son un espacio privilegiado para el encuentro con Jesús, afirma el Presbítero Santos Pablo Vásquez, quien visita constantemente el Hospital Escuela, para consolar a cientos de enfermos que ocupan la presencia de un sacerdote en estos momentos de dificultad. “He ido a dar fortaleza y esperanza y soy yo el que sale fortalecido y lleno de esperanza, encontrar en los que padecen en sus camas y poder asistirles, ayudarles, darles la Comunión y a muchos, darle la Unción de los Enfermos, es un momento sumamente de gracia” detalló el sacerdote.
Daysi Mejía, acompaña a los enfermos de la Parroquia Nuestra Señora de la Visitación y actualmente está al pendiente de tres de ellos. Ella confiesa que “Es una experiencia inolvidable, porque están esperándolo a uno, están pendientes de la visita que se les hará esa semana, porque saben que podrán recibir el Cuerpo de Cristo, y en ellos se mira el rostro de Jesús”.
1 Tesoro
Las instituciones sanitarias católicas son un tesoro precioso que hay que custodiar y sostener. Su presencia ha caracterizado la historia de la Iglesia por su cercanía a los enfermos más pobres y a las situaciones más olvidadas.
2 Enfermos
El enfermo es siempre más importante que su enfermedad y por eso cada enfoque terapéutico no puede prescindir de escuchar al paciente, de su historia. Incluso cuando no es posible curar, siempre es posible cuidar y consolar.
3 Llamado
La cercanía a los enfermos y su cuidado pastoral no solo es tarea de algunos ministros específicamente dedicados a ello. Visitar a los enfermos es una invitación que Cristo hace a todos sus discípulos.
