Si hay algo claro en estos momentos, es que recuperarse de lo que sacude a nuestra sociedad, ha sido un gran reto que, en ocasiones, ha puesto a prueba nuestra fe. Sin embargo, la Iglesia se ha movilizado más que nunca y los jóvenes han sido parte viva de este resurgir.
Pese a la adversidad e incertidumbre que todos estamos viviendo, ya sea por la violencia o la desesperanza por falta de objetivos claros como país, nuestra Iglesia, al igual que sus movimientos y pastorales, han demostrado que para Dios no hay barreras y esto está más presente que nunca.
Los jóvenes no dejaron de su labor evangelizadora y ahora, luego de haber estado usando muchas plataformas, ha dejado instituido de manera virtual, una forma que ha permitido que los miembros de los grupos participen en espacios de oración, reflexión y conversaciones entre ellos, que les permite impulsarlos para salir del letargo y llegar a cada hogar con la Buena Noticia del Señor.
El padre Alberto Enamorado, asesor de la Pastoral Juvenil Arquidiocesana (PJA), manifestó que las principales herramientas que utilizan los jóvenes para evangelizar son, la solidaridad y ahora las redes sociales a las que ellos tienen acceso para llegar a los demás.
Por su parte, Fernando Figueroa, como miembro activo del Movimiento Encuentros de Promoción Juvenil, expresó que tienen una gran misión. “Somos conscientes del papel que jugamos como hijos de Dios que somos en esa misión que tenemos, de llevar el Evangelio a todas partes”.