Las preocupaciones son muchas entre los migrantes catrachos, ya 2024, cerró con 42 mil hondureños deportados según el Instituto Nacional de Migración (INM), cifra que podría aumentar en 2025, ya que, en los primeros días de enero, se recibieron 6 vuelos con casi 1000 compatriotas retornados.
Testimonio
En medio de estas situaciones, Jesús Núñez, un capitalino que vivió en el Barrio La Cabaña de Tegucigalpa, tiene ahora más de 10 años de haberse ido a tierras del norte en busca de mejores derroteros. Él ha dedicado su vida a realizar gran cantidad de trabajos, desde eléctricos hasta de reparaciones. “Chunga”, como lo conocen sus amigos, es un fiel devoto a la Virgen de Suyapa, y desde que dejó su tierra con sus hijos Susana y Jesús Alejandro Núñez, no ha podido tener el contacto que el tanto quiere con la Patrona de Honduras.
En la actualidad se dedica a “chapear” solares o trabajos de jardinería en la ciudad de Overtown Miami, Estado de Florida, y una mañana, tras una larga jornada cortando la grama, su mirada se fijo en un punto en donde se “encontró” con la Virgen de Suyapa. “Yo había estado extrañando a mi Virgencita en estos días, pero quien diría que el mero 3 de febrero, me pasaría lo que le sucedió a Alejandro y Lorenzo, en medio de un monte, en mi jornada de trabajo, su imagen, de una forma diferente, se me ‘apareció’”, nos relata Jesús con un nudo en la garganta. Y es que uno de los tradicionales llaveros que vemos comúnmente en los puestos de souvenirs en Honduras, fue encontrado en medio de un inmenso patio, lleno de barro, pero con la claridad en su imagen y rostro. “Yo paso limpiando la yarda todo el tiempo y nunca la había visto. A saber, cuánto tiempo tiene de estar allí e imagínate, se me fue a aparecer a mí, que no soy digno”, expresó ya con lágrimas de felicidad. Jesús reconoce que la protección de María de Suyapa, está con todos sus hijos y prometió cuidar de esta imagen por lo que resta de su vida.