Con un tiempo litúrgico donde inundan los signos y gestos para interpretar mejor la preparación para el nacimiento de Jesús, este 2023 propone retos para un verdadero cambio, así lo explica el padre Noel Ortiz, presbítero de la Arquidiócesis de San Pedro Sula, al decir que “Este tiempo de preparación es la esperanza en que tendremos una Honduras diferente. Esto es posible si la construimos desde nuevas bases y nuevas acciones propositivas, siendo solidarios unos con otros, alejando así el flagelo del egoísmo y la corrupción que carcome”.
Innovación
Este tiempo nos llama a “reinventar” el corazón, por lo que la Iglesia abogará al ingenio de cada párroco, líderes de grupo y agentes de pastoral, para crear una experiencia de Adviento diferente, en el que muchas prácticas tradicionales, se retomen fomentando la participación familiar, tal es el caso de las posadas cuando se encuentre cercano el día de Navidad. Lo trascendental de este tiempo con el que inicia el año litúrgico, es evitar que pase desapercibido o que se deje vencer por la realidad, que a pesar de ser dura y compleja, no debilita la acción de Dios, es por lo que el sacerdote propone que “es momento oportuno para abrir el corazón y compartir desde el amor de Dios, sabiendo que no estamos solos”.
Oraciones
El Adviento, como buen tiempo mariano, abre la posibilidad para rezar el Santo Rosario en familia o aprovechando las bondades tecnológicas para hacerlo en comunidad parroquial, buscando resaltar el papel preponderante que María Santísima ostenta en la historia de redención. La Navidad es un tiempo en que naturalmente se recuerda a quien se ama, será ideal motivar a los grupos de apoyo entre parroquias o comunidades para dar esperanza y paz en medio de la crisis.
