Con la participación del Santo Padre se llevó a cabo este viernes, 20 de septiembre, el Simposio organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, para conmemorar el décimo aniversario del primer encuentro mundial del Papa Francisco con los Movimientos Populares.
Líderes sociales de todo el mundo expusieron junto al Papa Francisco en el Simposio del décimo aniversario del primer Encuentro Mundial de los Movimientos Populares (EMMP), que tuvo lugar en el Vaticano en 2014.
Durante el evento, líderes sociales de todo el mundo reafirmaron su compromiso con los principios que defiende el EMMP desde su primera edición: la lucha por techo, tierra y trabajo. Estos tres pilares son fundamentales para los movimientos sociales que buscan justicia social a nivel global.
A diez años del primer encuentro y con el cambio de la comisión organizativa en agenda, en la reunión se hizo presente el líder brasileño Joao Pedro Stédile, quien envió un mensaje en video, y el militante social argentino Juan Grabois, quien realizó un repaso de la lucha de los movimientos populares.
En su alocución, Grabois destacó la importancia de seguir defendiendo esta causa y señaló: “Recibimos una bandera para defenderla y un sentido de propósito. La verdad es que lo más lindo que a uno le puede pasar es tener algo por lo que luchar.”
El líder argentino subrayó que la lucha por techo, tierra y trabajo es una cuestión elemental. “Cuando hablamos de techo, tierra y trabajo, estamos hablando de los que no tienen ninguno de estos derechos. Personas desplazadas, gente que duerme en la calle o que perdió su trabajo. No es algo demasiado complejo, es bastante elemental”, explicó.
También destacó la importancia de la organización colectiva, afirmando que el «sujeto histórico» debe unirse para impulsar una agenda que tiene como uno de sus ejes centrales la reforma agraria integral. “En el siglo XXI, esta reforma no solo está ligada a la distribución de la tierra, sino al respeto escrupuloso de la ecología integral”, puntualizó.
En segundo lugar, mencionó la integración socio-urbana como otra línea de acción clave, explicando que no se trata solo de mejorar los barrios populares o asentamientos en los países más pobres, sino de garantizar que en las ciudades se pueda vivir dignamente.
“No debería ser necesario viajar horas de manera indigna para llegar al trabajo ni ser esclavo del alquiler”, afirmó, y agregó: “Es una locura que hayamos naturalizado el hecho de pagar para dormir”.
Sobre el mundo laboral, Grabois señaló que muchos trabajos repetitivos y aburridos ya no serán necesarios, pero advirtió que, si no se crean alternativas, se generará una mayor exclusión.
En cuanto a las políticas sociales, remarcó la necesidad de insistir en la implementación de un salario básico universal que garantice un ingreso mínimo para cubrir la canasta alimentaria. Algo que según expresó Grabois, no demanda más de un 1,5 porciento del presupuesto de un Estado.
A su vez recordó el debate del último EMMP en cuanto a la necesidad de discutir la reducción de la jornada laboral.
Para finalizar, el dirigente argentino dejó un mensaje claro: “Los únicos privilegiados deben ser los compañeros y compañeras que han sufrido mucho y que han logrado organizarse y salir adelante. El resto de nosotros estamos para acompañar esa organización. Eso no se negocia”.
