Y dice el sacerdote: “Bendice, Señor, estas arras, que los novios se entregan y derrama sobre ellos la abundancia de tus bienes”, depositan las monedas en las manos del otro, como símbolo de confianza y ambos responden: “recibe estas arras como prenda de la bendición de Dios y signo de los bienes que vamos a compartir”. Este fragmento de la liturgia del Matrimonio es la bendición de las arras, palabras que todos los que llegan al altar pronuncian; son las promesas que se hacen los esposos ante Dios y los hombres, las que deben cumplir “hasta que la muerte los separe”. El Padre Santos Pablo Vásquez, asesor del Encuentro Católico para Novios, afirma que este compromiso significa “La ayuda mutua en lo material y llevan a la donación recíproca definitiva, la cual conduce a no tener más que un corazón y un alma y entender que todo lo que se tiene es un don de Dios; es gratuidad de los esposos a Dios y que lo material está al servicio del otro totalmente”.
A partir del “sí acepto” no existe individualismo en aquellos que de ahora en adelante serán uno solo, lo cual incluye los recursos económicos a compartir al igual que las responsabilidades y decisiones financieras.
Inicio
La falta a esta promesa matrimonial puede ser de distintas formas, entre ellas se encuentra la infidelidad financiera, según el consejero en economía familiar, Rafael Núñez, “se trata de no ser transparente en el manejo de las finanzas con nuestra pareja, es decir, que uno de los cónyuges le mienta al otro en cuanto al manejo de su dinero, puede ser realizando compras ocultas, no informarle sobre las deudas adquiridas o tratar de hacerle creer al otro que es una deuda menor cuando es mucho más grande”.
Un estudio del 2018 de la Universidad de Mississippi del Sur realizado por un grupo de psicólogos, preguntó a 414 personas casadas o en una relación estable si ha incurrido en una infidelidad financiera a la que el 27 por ciento dijo admitir realizar más de alguna de estas faltas, las cuales pueden ser: el pasar una nueva compra por vieja, decir que se ha comprado algo rebajado cuando no es cierto, esconder recibos o facturas, gastar dinero en los hijos sin compartirlo con la pareja, apostar dinero sin decirlo a la pareja, mentir sobre el precio que ha costado algo, entre otras.
Desorden
Este tipo de comportamiento también es conocido como desorden financiero, la máster en psicología clínica Patricia Mackay, comenta que existe una diferencia entre el desorden y el abuso financiero. “Son dos cosas totalmente diferentes. El desorden financiero es cuando una persona no sabe si quiera cuánto gana y la persona comienza a realizar más gastos del dinero con el que puede contar, tenemos un sobreendeudamiento o se compran cosas que son innecesarias y que no satisfacen necesidades que son más importantes”. De enfrentar este tipo de comportamiento, la especialista recomienda recibir instrucción financiera. “Entonces la persona claramente por medio de la educación comienza a cambiar estos malos hábitos que provocan el desorden financiero” agregó.
Asesoría
Núñez, como experto en economía recomienda que “la mejor práctica es manejar las finanzas de manera conjunta, una buena parte de sus ingresos los unen en una misma cuenta para cubrir los gastos del hogar y la otra parte la dejan para gastos personales, pero lo más importante es ser totalmente transparente el uno con el otro” y agregó que “si después de un tiempo no se han podido poner de acuerdo, es una muy buena recomendación buscar ayuda profesional de alguien que les asesore, de este modo esa persona les enseñará a preparar su presupuesto, los orientará en el manejo y los guiará a tomar buenas decisiones juntos para que después de un tiempo puedan hacerlo en equipo”.
Algunas parejas pueden encontrar el tratar el tema un tanto difícil de abordar, para ello Mackay aconseja que “las cosas se hablan directas sin darle mucha vuelta y sin dejar que pase el tiempo, las parejas desde el inicio deben definir cómo van a manejar las finanzas y se hacen acuerdos tal cual como se define cómo se educarán a los hijos o en qué casa van a vivir, el manejo financiero también es un acuerdo que se respeta a lo largo de la vida”.