La Cuaresma es un tiempo propicio para dejar que la oración nos lleve a ver al Crucificado, a Jesús que amó por encima de todo y que amó hasta el extremo. No debemos olvidar, que practicar la caridad también es un deber como cristianos, en este sentido, las Obras de Misericordia son concretas aseguró el Padre Carlos Rubio, formador del Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa, quien agrega que “Hay que hacer el bien a aquel que más lo necesita, porque no podemos poner la mirada en Cristo y cerrar la mirada ante el Cristo viviente que está en la calle, que está necesitado de un consejo o de compañía en la enfermedad”.
Acciones
La Hermana Angelina Hernández Díaz, Misionera del Sagrado Corazón de Jesús y de Santa María de Guadalupe, nos recuerda que la Parábola del Buen Samaritano es propicia, porque nos invita a fijar nuestra mirada en aquellos que más necesitados. “Con hechos y obras demos- tramos el amor de Dios, aquí también se pone en práctica la conversión personal”, dijo. La religiosa considera que esta es una oportunidad para acercarnos a Dios y que las Obras de Misericordias también nos dan la oportunidad de ser compasivos con los demás. “Dejemos que hable la presencia de Jesús en nuestras vidas, la misma Palabra de Dios nos dice que la fe va acompañada de obras”, puntualizó.
Compromiso
En la Cuaresma se nos invita a intensificar la oración, el ayuno y la penitencia, si hemos cumplido es- tos tres momentos, sin duda estamos listos para vivir una Pascua con muchos frutos. El seminarista Luis Miguel Delgado, asegura, que “El amor es el que nos debe llevar a realizar obras, si queremos una inspiración esa tiene que ser, y si no la encontramos en el Crucificado nunca nos levantaremos para hacer nada, Cristo es el que nos tiene que dar la gracia y la valentía para poder actuar, y eso solamente se hace contemplándolo des- de la oración y es la manera en que conectaríamos las dos cosas”.
Lea además: El voluntariado es una virtud de caridad
En lo que nos resta de esta Cuaresma hay que fortalecer y pedir la fe en el Señor y que nuestra Madre Santísima nos acompañe en este tiempo.
