En la Solemnidad más antigua en honor a la Virgen María, un centenar de jóvenes peregrinaron a la Basílica Nuestra Señora de Suyapa, en el marco de la Jornada Mundial de la Paz, pidiendo por esa virtud, pidiendo la intercesión de la persona de la Virgen María como Madre de la Iglesia, acompañe al estado de Honduras.
Entre cantos, saltos, signos, momentos de oración y con instrumentos en manos, estos jóvenes confiaron este nuevo año a la advocación de Santa María de Suyapa, confiando en regresar a las actividades que por años ha ejecutado la Pastoral Juvenil, como plataformas de fomentar la fe.
Para luego ser parte de la Santa Eucaristía, pidiendo por las vocaciones a la vida religiosa y consagrada, donde fueron presentados cinco hondureños, a la feligresía reunida en el templo mariano, celebración que fue presidida por Su Eminencia Óscar Andrés Cardenal Rodríguez.
“Quiero pedir que sigan realizando esas jornadas de oración pidiendo por las vocaciones, especialmente en los jóvenes”, señaló el Arzobispo de Tegucigalpa.
“En tiempos marcados por la fragilidad y los sufrimientos por la pandemia del COVID-19, San José viene a nuestro encuentro con la paz, con la mansedumbre, especialmente a todos aquellos llamados al movimiento de Cristo, en la vida consagrada o en el Orden Sacerdotal”, resaltó el Cardenal Rodríguez.
“Toda vocación verdadera nace del Don de sí mismo, que es la verdadera vocación de servir”, seguía mencionando en su homilía Su Eminencia, mientras se dirigía a los jóvenes reunidos en la Basílica Nuestra Señora de Suyapa.
Así mismo se refirió a la fidelidad, a no tener miedo, ya que Dios es fiel a sus promesas, “No temas”, son las palabras que el Señor ha dirigido a ustedes queridos jóvenes, aunque estén en medio de pruebas e incomprensiones de las luchas, continuaba alentando.
Debemos vivir una vida, entregada por amor así como lo hizo San José, de igual manera el Arzobispo agradeció a los diferentes movimientos que apoyan a los Ministros del Altar y a quienes oran por las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada.
Finalizando que si se puede ser verdaderos discípulos misioneros con la esperanza y con la alegría, recordando la jornada mundial de la juventud, siendo la numero 36, donde Su Santidad el Papa Francisco dejo un gran mensaje.
“Nos puso el ejemplo de San Pablo, su testimonio, con el lema levántate, te hago testigo de lo que has visto”, recordó Su Eminencia.