Gritando el lema “Dejando huellas de amor gigantes, más de 30 mil llegaron hasta la zona sur oriente de Honduras, específicamente en el departamento de El Paraíso en la ciudad de Danlí, en donde, después de 6 largos años de espera, se ha retomado la Jornada Nacional de la Juventud (JNJ), con el objetivo de dar una muestra pública de fe, que la juventud de Honduras quiere cambios y está dispuesta a lograrlo.
Los preparativos de han dado a lo largo de todo este tiempo, ya que, en el año 2020, la JNJ que se realizaría en Yoro, tuvo que ser cancelada por la pandemia del COVID-19. Es por ello que este 2024, los ánimos de los jóvenes eran mucho más grandes, ya que no se habían vuelto a encontrar desde ese trágico año.
Las delegaciones de todas las Diócesis y ambas Arquidiócesis de Honduras, se dieron cita en la “Ciudad de las Colinas”, y estaban representadas por colores: Comayagua de color café, San Pedro Sula de color negro, Choluteca azul celeste, Juticalpa de color verde, Tegucigalpa de color morado, La Ceiba de Azul Oscuro, Yoro de Blanco, Gracias de color amarillo, Trujillo de rojo, Santa Rosa de Copán de color anaranjado y la anfitriona Danlí de color gris.
Las actividades en la #JNJ, continuaron con una caminata de la Catedral Inmaculada Concepción de Danlí, hasta el Campus Santiago Aposto de la UNICAH y con un show musical y de luces, en el que se interpretó el himno y la oración de la #JNJ, arrancó la parte principal de este evento. Durante esta presentación, se lanzó un espectáculo de luces artificiales desde la cruz ubicada en el Krizebac y se escucharon las palabras del Alcalde de Danlí, Abraham Kafati.
Durante la Santa Eucaristía se vivieron signos muy importantes, entre ellos la presentación de la juventud hondureña, que ha pedido ser escuchada. Monseñor Canales dijo durante la homilía que “Debemos ser expertos en dejar amor en nuestros ambientes y hacerlos vivir el fuego de nuestra juventud”.
Después de la Misa, el Rey de Reyes se hizo presente entre la multitud de jóvenes, quienes con reverencia y amor, oraron por sus familias y las diferentes diócesis del todo el país.
La animación por diócesis hizo vibrar los presentes, pero toco comenzó con la participación de el ministerio católico de El Salvador, Alto Mando es el Señor, quienes hicieron bailar a los miles de jóvenes. Luego cada diócesis participó con un acto cultural.
Durante el cierre, se escucharon las palabras de agradecimiento, se anunció la nueva sede que será en Yoro, el año 2026, diócesis que no pudo terminar su preparación por la pandemia. De igual forma se hizo el traspaso de los signos a esta comunidad y escuchamos las palabras de lo que se espera para la próxima edición.