El santo padre nos comparte una historia inspiradora sobre Josefina Bakhita, una persona que desde su niñez sufrió diferentes daños físicos y psicológicos por causa de su secuestro cuando solo tenía siete años, pero siempre tuvo fuerzas para soportar esas injusticias gracias a una fuerza misteriosa, la cual tiempo después comprendido que era Dios que había estado con ella en aquellos momentos de angustia.
El papa hace énfasis en la presencia que tiene Dios en nuestros malos momentos, sobre todo en aquellas ocasiones que sentimos que el no está junto a nosotros. De igual manera nos invita a comprender a esos agresores, los motivos que tienen pueden ser por desconocer el significado de la convivencia espiritual, al final una buena arma es no crear más resentimientos y odio entre nosotros.
Esta historia nos enseña que el perdón es el acto más sincero que podemos tener con Dios y con nosotros mismos. Josefina Bakhita a pesar de tantas injusticias perdona a aquellas personas que le hicieron mal, su motivo principal fue el tener una buena relación con Dios y entender que ese es el camino a la misericordia.
La audiencia en la Plaza de San Pedro fue multitudinaria, el mensaje que el papa quiere transmitir en esta audiencia general es comprender la importancia del perdón, algunas veces actuamos de forma indebida, y todo aquel que a pasado por ese camino sabe que el no perdonar nos lleva a un abismo interminable que nos carcome por dentro y nunca podremos estar en paz.
Francisco primero también se refirió sobre los sucesos en Israel y Palestina, el cual dice estar con mucha preocupación, y recalco que la guerra no es una herramienta para solucionar los problemas, sino es algo que desgracia a los pueblos y la vida de esas personas inocente, la mejor manera es dialogando y no sembrando más odio.