La celebración del cuarto domingo de pascua, está referida al Buen Pastor, el mismo Cristo Resucitado, que con su entrega de muerte y su resurrección, adquirió un rebaño que estaba débil sometido en el pecado y en la miseria.
“Podemos decir que con el texto bíblico de Juan en el capítulo 10, la muerte de Jesús, le convierte en el Pastor supremo, quedando la vida adquirió el rescate a un rebaño, que le urgía la liberación, bien lo dice la Carta a los Hebreos, que venciendo a satanás, nos cambió de dueño y ese el texto en que reflexionamos en este domingo de pascua”. Según lo meditado por el Padre Tony Salinas, Párroco de San Juan Bautista, en el municipio de Ojojona, ubicado al sur de Francisco Morazán.
Cristo Buen Pastor, hace que la humanidad ya no pertenezca al mundo del mal y la oscuridad, ya que lo ha pagado con sangre, por lo que se convierte en una de las imágenes más especiales en la iconografía cristiana.
“El Buen Pastor que carga en sus hombros a la oveja que se ha perdido, que posiblemente está muy débil, herida, es una figura bastante fuerte. En el Evangelio de Juan el Buen Pastor, es el mismo Jesús y Él se hace llamar así, porque ha sido capaz de dar la vida por sus amigos”, relato el padre Wilson Canizales, vicario de la Basílica Nuestra Señora de Suyapa.
El Buen Pastor, es quien camina frente a sus ovejas, es que se encarga de velar por los derechos de quienes están a su cargo, por lo que ser un buen pastor con olor a oveja implica trabajo y entrega, catedra que solo la ha podido dar el hijo de Dios, quien entrego su vida en la cruz.