Cada 22 de abril se conmemora el Día Internacional de la Madre Tierra, 24 horas que nos recuerda la conciencia de cuidar la casa común y tener el uso adecuado de los recursos naturales del ambiente en donde vivimos.
En los últimos días Honduras se ha visto envuelta en llamas debido a la quema inmisericorde de los bosques, por lo que el llamado a través de la encíclica del Papa Francisco “Laudato Sí”, hace conciencia en el amor que debemos tener hacia el ambiente que nos rodea, en especial por las especies naturales.
Tal como el ejemplo de San Francisco de Asís, el patrono de la ecología, el compromiso de la sociedad está no solo en explotar los recursos naturales sino que también a saberlos administrar, sustituir y cuidar para evitar que se agoten. Si bien es cierto, Dios en el libro del Genesis nos dio todo para que el humano lo explotara, esto conlleva la responsabilidad de cuidarlo y preservarlo.
La Organización de las Naciones Unidad dice que el cambio climático, los cambios provocados por el hombre en la naturaleza, así como los crímenes que perturban la biodiversidad, como la deforestación, el cambio de uso del suelo, la producción agrícola y ganadera intensiva o el creciente comercio ilegal de vida silvestre, pueden acelerar el ritmo de destrucción del planeta.
