A partir de este ocho de diciembre, fecha en que conmemoramos la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, iniciará en Honduras un año jubilar, con motivo del 275 aniversario del hallazgo de Nuestra Señora de Suyapa, patrona de esta nación.
Esta importante noticia se dio a conocer en una conferencia de prensa que se realizó al interior de la Basílica, fueron el Padre Juan Ángel López, vocero de la Conferencia Episcopal y el Presbítero Carlo Magno Núñez, rector de la Basílica de Suyapa, quienes compartieron el decreto firmado por el Cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor de la Santa Sede y su secretario Monseñor Cristobal Nikiel. En este tiempo jubilar mariano, el Papa concede a todos aquellos peregrinos que visiten la casa de la Morenita, la Indulgencia Plenaria.
“Desde el día 08 de diciembre del año 2021 hasta el 03 de febrero del 2023, se celebrarán, de los celestes Tesoros de la Iglesia concede benignamente a los fieles la Indulgencia Plenaria, bajo las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice), que movidos por la penitencia y la caridad pueden lucrar para sí mismos e, incluso, aplicar como sufragio a las almas del purgatorio” reza el decreto.
Para ganar este don de Dios, el precepto establece que “Lucran de esta Indulgencia los fieles que visiten en peregrinación la Basílica de Nuestra Señora de Suyapa, en la Arquidiócesis de Tegucigalpa, y allí celebren devotamente los ritos sagrados o, al menos, dediquen algún tiempo a la meditación delante de la imagen de Nuestra Señora de Suyapa, celestial Patrona de Honduras, expuesta a la veneración pública, concluyendo con la oración del Padre Nuestro, el Credo y otras invocaciones a la Bienaventurada Virgen María”.
Participación
El decreto también establece “Los ancianos, los enfermos, y otras personas que por causa grave no pueden salir de sus casas, pueden también conseguir la Indulgencia rechazando toda forma de pecado y con la intención de cumplir las condiciones acostumbradas, uniéndose espiritualmente a las celebraciones en honor de la Bienaventurada Virgen María y ofreciendo sus oraciones, dolores, las incomodidades de la propia vida a la Misericordia de Dios”. Estas gracias que se nos regalan precisamente en este Adviento, son signos de esperanza para tantas familias que se encomiendan a la intercesión de la Virgen de Suyapa.
Indulgencia
Es importante recordar que esta gracia especial logra borrar todas las penas temporales por los pecados ya perdonados, permitiendo que el alma pase directo al cielo o en el caso de los fieles difuntos sacarlos del purgatorio. Este perdón siempre es aplicable o a sí mismos o a las almas de los difuntos, pero no son adaptables a otras personas vivas en la tierra, establece la Penitenciaría Apostólica. Se debe realizar la peregrinación a la Basílica, confesarse y participar durante la Eucaristía y comulgar. Así como rezar por las intenciones del Papa.