La salida masiva de personas durante el asueto de verano, ha dejado un mal sabor de boca y fuertes preocupaciones en el personal de salud que a diario lucha por contener una crisis que se ha salido de las manos del Gobierno.
Determinaciones
A través de la Secretaría de Salud (SESAL), el Gobierno determinó la aplicación de una serie de medidas para frenar el COVID-19, medidas que van desde la contratación de unos 400 médicos y enfermeras adicionales, hasta la ampliación del número de camas de atención de pacientes con coronavirus en los principales centros hospitalarios del país. La titular de Salud, Alba Consuelo Flores, manifestó que “Como consecuencia de la temporada navideña y de las actividades de la reciente campaña y la movilización para fines electorales, los centros asistenciales se encuentran con una ocupación arriba del 62 por ciento promedio a nivel de hospitales generales y hospitales básicos”.
Problemática
Contrario a esto, la doctora Suyapa Sosa quien labora en el Instituto Cardiopulmonar conocido como el Hospital del Tórax, ha manifestado que la ocupación en este centro asistencial ya rebasa el 100 por ciento y que el “tsunami” de casos se estará experimentando en los próximos días es inminente. “Lo más preocupante es ver que son muchos los jóvenes que están llegando con el 70 por ciento de sus pulmones dañados, eso nos dificulta poder ayudarles, debido al grado de complejidad de la enfermedad” dijo.
En respuesta a esto, Flores reconoció que los hospitales de especialidades de Tegucigalpa han llegado a su máxima capacidad de ocupación y se espera un incremento de casos como producto de la gran movilización de la población durante la reciente Semana Santa. “Hemos determinado fortalecer la capacidad de respuesta ampliando a 120 camas hospitalarias en Tegucigalpa. Además, se fortalecerán los centros de triaje en estos departamentos para mejorar su capacidad de respuesta” agregó.
Realidad
Por su parte, el doctor Carlos Umaña, presidente de los médicos en el Seguro Social de San Pedro Sula, manifestó que lo único que queda por hacer es que la población tome medidas más estrictas. “Vemos como una medida fría, que se le pida a la población que salió en Semana Santa que se aísle de manera voluntaria”. El galeno agregó “mi consejo a las personas que si se han cuidado, es que sean ellas las que se alejen de sus familiares que salieron irresponsablemente durante el asueto por lo menos durante 15 días”.