“El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes”. Así se define según el Catecismo de la Iglesia Católica en su numeral 1849, en donde se añade que esta acción hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Al tener como contexto esta afirmación, se busca responder a esa inquietud, si fumar es pecado o no.
El padre Javier Martínez, experto en moral cristiana y bioética, mencionó que, bíblicamente no está catalogado como pecado, sin embargo, el presbítero explica que, fumar es un vicio, una acción mala que provoca adición y malestar en el cuerpo como daño a los pulmones y otros organismos de carácter respiratorio. “Lo que sí es pecado, es no cuidar la vida y no hacer un buen uso de nuestro cuerpo” dijo. Ante esto, el llamado es a ser buenos administradores de lo que Dios ha creado, nuestro cuerpo es don de Dios y debemos hacer todo lo posible para cuidarlo.
Santos Hernández, miembro de la Renovación Carismática Católica, nos confiesa que fue un adicto al tabaco desde los 12 años. “Fumé 20 años y al tener un encuentro con el Señor, Él me sanó, la Palabra de Dios dice en primera de Corintios, 6,19 que somos templo y morada del Espíritu Santo, por eso, al ser templo del Espíritu Santo debemos evitar el pecado y todo lo que daña al cuerpo”. Hernández enfatiza que el tabaco es una adicción que nos lleva a deteriorar nuestros pulmones, por ende, estamos propensos a un cáncer.
Caridad y Templanza, nos ayudan a combatir los vicios
El padre Dimas Rivera, párroco de la comunidad El Espíritu Santo, nos recuerda que el gran peligro es el exceso. “Es algo que daña nuestra salud y nosotros como templos del Espíritu Santo, tenemos que cuidarnos. La caridad dará el criterio justo, sabiendo que mi fumar escandaliza a un hermano, tendré la suficiente caridad como para no dañar a los ‘débiles’, para no fumar en público o, incluso, para disminuir cada día más la cantidad de cigarrillos diarios” dijo el presbítero. Además, añadió que la caridad debería llevarnos a ser más comprensivos con quienes fuman.