“Nos encontramos asustados y perdidos. Al igual que a los discípulos del Evangelio nos sorprendió una tormenta. En esta tormenta estamos todos” dijo el Papa Francisco en aquel histórico momento de oración en los primeros meses de la pandemia. De esto casi se cumple un año marcado por la “cercanía” del Pontífice, en medio de la sana distancia que se pide para evitar la propagación de este mortal virus.
Aniversario Se cumple un año más del pontificado del Papa dirigiendo la barca de Pedro que simboliza la Iglesia en tiempos difíciles, como los que vivieron los primeros discípulos y de un modo o de otro, los discípulos de todos los tiempos. En el Vía Crucis del Viernes Santo de 2005, el entonces Cardenal Ratzinger comentando la IX estación decía: “Señor, frecuentemente tu Iglesia nos parece una barca a punto de hundirse que hace aguas por todas partes”.
El Padre Juan Enrique Martínez, considera que “El Papa ha tenido un pontificado que quiere hacer vida lo contenido por la espiritualidad conciliar del Vaticano II. Creo que la pandemia y otras situaciones es para él un reto”. Serenidad En medio de estas dificultades, el Obispo de Roma ha sabido mantener la serenidad, considera el Presbítero Martínez y también opina que “en medio de la pandemia ha sido un hombre tranquilo, lleno del Espíritu y preocupado en su vida de estar tan íntimamente unido a Dios para escuchar e interpretar los designios de la Iglesia en estos tiempos”. El Padre Juan piensa también, que es un líder religioso que sigue sorprendiendo al mundo por no regirse por los criterios humanos si no por los de Dios. “Ha llegado hasta el punto de preocuparse por los pequeños gestos que hacen la diferencia”.