El Papa Francisco, al finalizar la Audiencia General, se refirió este día a la situación que está atravesando Estados Unidos tras la muerte de George Floyd que ha provocado muchas protestas y manifestaciones. “Queridos amigos, no podemos tolerar ni cerrar los ojos ante ningún tipo de racismo o exclusión y pretender defender la santidad de toda vida humana. Al mismo tiempo, debemos reconocer que “la violencia de las últimas noches es auto destructiva y provoca auto lesión. Nada se gana con la violencia y mucho se pierde” dijo el Papa.
Estas protestas, han causado más de 4 mil arrestos y el toque de queda impuesto en casi 40 ciudades, todo por exigir justicia ante el crimen cometido a causa del racismo. El Papa se une en oración para “rezar por el descanso del alma de George Floyd y de todos los demás que han perdido sus vidas por el pecado del racismo. Rezamos por el consuelo de las familias y amigos afligidos, y rezamos por la reconciliación nacional y la paz que anhelamos. Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de América, interceda por todos los que trabajan por la paz y la justicia en su tierra y en el mundo. Dios los bendiga a todos ustedes y a sus familias”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump respondió a este disturbio, utilizando lugares y símbolos religiosos, ya que primero salió una foto frente a una iglesia episcopal, en donde apareció con una Biblia en la mano y luego salió otra fotografía junto a su esposa, frente al Santuario Nacional dedicado a San Juan Pablo II, lo que provocó duras reacciones de la Iglesia Católica local, después de quejas similares de la parte episcopal. Monseñor Wilton Gregory, Arzobispo de Washington, dijo que “Me parece desconcertante y censurable que cualquier institución católica acepte ser manipulada y que se abuse de ella de tal manera que se violen nuestros principios religiosos, que, en cambio, nos llaman a defender los derechos de todas las personas, incluso de aquellas con las que podemos estar en desacuerdo”. Agregó que “San Juan Pablo II, fue un ardiente defensor de los derechos y la dignidad de los seres humanos. Su legado es un testimonio vivo de esta verdad. Ciertamente no aprobaría el uso de gases lacrimógenos y otros elementos disuasorios destinados a silenciar, dispersar o amenazar a estas personas sólo para tener la oportunidad de una fotografía frente a un lugar de oración y paz”.
También los obispos de los Estados Unidos expresaron su comprensión por la indignación de la comunidad afroamericana, subrayando cómo el racismo haya sido tolerado demasiado tiempo, pero también cuánto la violencia sea autodestructiva.