En eventos simultáneos, la ciudad de La Ceiba celebró el Bicentenario de Independencia. Monseñor Miguel Lenihan, desde muy temprano, celebro una solemne Misa en medio de la gran fiesta patria. Con una catedral con poco aforo para evitar contagios, pero con una feligresía llena de fervor cristiano.
El obispo de esta diócesis, lamento la ausencia de las autoridades municipales, policiales, navales, como normalmente en otras ocasiones están presentes, los únicos que asistieron fue parte personal de gobernación encabezada por la misma gobernadora Noelmy Arzú.
El mensaje de Monseñor Lenihan, fue incitando la paz, amando la patria y pidió a todos los presentes dar fuertes aplausos por nuestra bella ciudad y Honduras, que a pesar de la pandemia, no se rinde ante nada.
El Coro Milagro, entonó con todo amor las gloriosas notas del Himno Nacional, y cerrando la celebración se rindió homenaje a la Patrona de Honduras con el canto Virgen de Suyapa.
Las autoridades civiles, militares y edilicias, estaban en actos de las fiestas patrias en la plaza Central Francisco Morazán y también, más al fondo en la misma plaza, se encontraba un grupo de miembros de la oposición quienes celebraban también el bicentenario, pero a parte. Todo fue armonía, con celebración por todo lo alto con bailes, cantos, poesías y vivas a la patria.