Diversos sectores han expresado su preocupación sobre la propuesta impulsada por algunos miembros del oficialismo, para implementar el voto electrónico en las elecciones generales de Honduras en 2025.
Uno de los principales problemas señalados es la falta de cobertura de energía eléctrica y de señal en muchas zonas del país, donde se ubican varios centros de votación. Además, se mencionó la carencia de un sistema de soporte permanente, la necesidad de realizar pruebas especializadas para garantizar la seguridad del proceso, y los altos costos asociados con la implementación de este tipo de tecnología.
Denis Gómez, exmagistrado del extinto Tribunal Supremo Electoral (TSE), destacó que el sistema de servicio digital actual de las empresas de telecomunicaciones es deficiente, lo que impediría la correcta implementación del voto electrónico en todo el territorio nacional. “No tenemos cobertura; el sistema de servicio digital de las telefonías que actualmente están en este momento es deficiente, no hay por donde pasar”, explicó Gómez.
Por otra parte, Julieta Castellanos, exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y reconocida analista, cuestionó la adopción de este tipo de propuestas sin un análisis profundo y detallado. Castellanos criticó que en Honduras se tiende a seguir modas importadas sin evaluar su aplicabilidad al contexto local. “Aquí a la gente le gustan las modas y lo peor es que no investigan, no estudian y solamente repiten los eslóganes de otros países. Los países europeos ya están regresando al voto en físico, y eso aquí no se está debatiendo”, expresó.
Castellanos también subrayó que, en un país donde ni siquiera se cuenta con energía eléctrica de manera constante en todas las ciudades, es difícil confiar en un sistema de voto electrónico. “Cuando se va el sistema, cuando no hay internet, entonces, ¿cómo se va a confiar? Si no se confía en el voto en físico, que se puede contar y recontar, ¿cómo se va a confiar en el voto electrónico? Que ya dejen de hablar sandeces y que se pongan a trabajar en el país con lo que sí se puede hacer”, añadió, haciendo un llamado a concentrarse en soluciones viables para mejorar el proceso electoral en el país.
En resumen, la propuesta de voto electrónico en Honduras para las elecciones de 2025 se enfrenta a una fuerte oposición debido a los numerosos desafíos tecnológicos y logísticos que el país tendría que superar. Los expertos coinciden en que, aunque el voto electrónico es técnicamente posible, la situación actual de Honduras no permite su implementación efectiva y segura.
