Más de 130 personas entre jóvenes y adultos en la Arquidiócesis de Tegucigalpa dijeron sí al llamado que les hizo el Señor a través del sacramento de la Confirmación.
El primer grupo de 70 confirmados en la fe son miembros de la parroquia Medalla Milagrosa, quienes luego de haber recibido su catequesis correspondiente, asumieron un nuevo compromiso en su visa cristiana.
Mientras que en la parroquia Santa Rosa de Lima, ubicada en Guaimaca, Francisco Morazán un total de 68 personas renovaron sus promesas bautismales al ser confirmados.
En ambas parroquias se contó con la presencia de Monseñor José Vicente Nácher Tatay, arzobispo de Tegucigalpa, y fue él quien administró el sacramento.
Monseñor Nácher, recordó que la Confirmación es el tercer sacramento de iniciación cristiana y este no da un sello indeleble, de pertenencia. Porque Dios manda al Espíritu Santo para que se derrame en cada uno sus hijos, con el compromiso de anunciar la Buena Nueva.
Recordemos que, por este sacramento, el bautizado se fortalece con el don del Espíritu Santo. Se logra un arraigo más profundo a la filiación divina, se une más íntimamente con la Iglesia, fortaleciéndose para ser testigo de Jesucristo, de palabra y obra. Por él es capaz de defender su fe y de transmitirla. A partir de la Confirmación nos convertimos en cristianos maduros y podremos llevar una vida cristiana más perfecta, más activa. Este es el sacramento de la madurez cristiana y que nos hace capaces de ser testigos de Cristo.