Es necesario que siempre para alguien enfermo de COVID, haya un buen samaritano

“Yo soy tu Dios, te he dado fuerzas, he sido tu auxilio”. Esta cita del libro de Isaías 41,10 es una invitación para reconocer en Dios, la fuente de toda fortaleza para luchar contra la enfermedad

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Al amor no le importa si el hermano herido es de aquí o es de allá. Porque el amor “Rompe las cadenas que nos aíslan y separan, tendiendo puentes; amor que nos permite construir una gran familia donde todos podamos sentirnos en casa, amor que sabe de compasión y de dignidad” dijo el Papa Francisco en su más reciente encíclica.

Compasión

Estas palabras se hacen experiencia viva en la familia Henríquez, un hogar que sufrió de manera directa el COVID 19. Don Alfonso Henríquez, tiene 91 años, es un artista nacional, experto en la escultura y la pintura, de los fundadores del Camino Neocatecumenal en la parroquia San José Obrero. En junio, resultó contagiado por el nuevo coronavirus. Su hijo, Asdrúbal Henríquez, es psicólogo, al enterarse de esta situación, llegó a atenderlo y a los cinco días, se resultó positivo, “Es necesario que siempre para alguien enfermo de COVID, haya un buen samaritano, aunque uno se exponga, se arriesga a la enfermedad” señaló. En este transcurso, también tuvo la enfermedad la esposa e hijo de Asdrúbal, una situación que causó gran impacto en la familia.

“Cuidemos la fragilidad de cada hombre, de cada mujer, de cada niño y de cada anciano, con esa actitud solidaria y atenta, la actitud de proximidad del buen samaritano” Francisco

Fortaleza

La clave que han tenido para sobre llevar esta situación, ha sido confiarse a la voluntad de Dios y realizar terapias ocupacionales y de recreación, en medio de esta situación. Don Alfonso rezaba todas las mañanas la oración de Laudes, para encomendar a Dios su día y su enfermedad. Lo combinó con la pintura. Por su parte, Asdrúbal, se ponía a grabar canciones para el Señor. “Esa esa era mi medida de cuanto oxígeno tenía en mi cuerpo, una canción, si no alcanzaba una nota, me preocupaba. Grabé 27 cantos al Señor. Corporalmente me ayudaba y espiritualmente me acercaba al Señor”. Es importante señala Asdrúbal que se deben evitar los “ataques de pánico, hay que apagar el radio, la televisión, es necesario desconectarse y hacer terapia ocupacional y recreacional. Hacer ejercicios de relajación y hacer mucha oración, entrar en el silencio, una oración contemplativa” concluyó.

Alfonso Henríquez, sobreviviente COVID 19

“Cuando tuve COVID 19, no me ponía a pensar solo en mi enfermedad sino en realizar una terapia ocupacional, por medio de la pintura, no dejarme dominar por el pensamiento negativo, pensar que estoy enfermo, que tengo ese virus, no, por eso le pedí al Señor fuerzas para seguir realizando la pintura y escultura”.

Asdrúbal Henríquez, sobreviviente COVID 19

“Ay de aquel que no aprendió de esto y sigue siendo el mismo terco, pecador, ay de nosotros los que no aprendimos de esta pandemia, porque era nuestra última oportunidad de cambiar, si ya no creemos en esto, ya no vamos a creer en Dios, esta es la oportunidad de un cambio, de ser y hacer al hombre nuevo”.

María José Henríquez, hija de Asdrúbal

“La pandemia no ha sido más grande que Dios, la fe que tenemos nos ayuda a salir adelante, ha sido difícil el distanciamiento con mis padres, pero Dios nos fue sacando adelante en todo, nosotros siempre rezamos y tuvimos fe. Gracias a Dios fuimos saliendo de la enfermedad y el estrés que provoca la misma”.

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