Hay acciones en la vida que, cuando se hacen con entrega y devoción, se convierten en gran – des satisfacciones que quedan marcadas para dar ejemplo, haciendo el testimonio más creíble con experiencias y misión evangelizadora. La longevidad es la gracia de Dios hacia el ser humano cuando este aprecia la vida y, sobre todo, cuando el servicio es puesto hacia los demás. Ernesto Cálix es esa fuente de humildad y obediencia que le ha permitido ser Delegado de la Palabra de Dios desde 1976. Durante 48 años, don “Neto” Cálix, como cariñosamente se le llama, es un evangelizador incansable; él es nativo de la comunidad de Santa Cruz del Potrero, en la Diócesis de Juticalpa.
Durante su servicio “don Neto” ha sido coordinador, capacitando de esa manera a muchos jóvenes, los cuales prestan sus servicios en diferentes movimientos dentro de la Iglesia. Él ha tenido el apoyo de su familia como también de la comunidad. El tiempo no ha sido obstáculo como para que él no deje de estarse capacitando recibiendo formación constante.
“El Sacerdote Bernardo Bullan de Francia, me capacitó al inicio de mi formación y ahorita estoy sirviendo en mi comunidad, pero desde la década de los 70 y 80 he servido en muchas comunidades”, dijo y agregó algunas de los lugares como: Punuare y La Empalizada. Alba Cálix, hija de “Neto”, ex – presa que “Para mí es un bien, porque nos enseña, él no se ha quedado solo, siempre ha compartido con todos nosotros y con los de la Iglesia.